Punto de referencia: MADURO NO PUEDE SER EL GARANTE DE LA PAZ EN COLOMBIA. Por José Gregorio Hernández Galindo. Destacado
Según el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, "garante" es "el que da garantía", el que "garantiza algo". "Garantía", según la misma obra es el "efecto de afianzar lo estipulado"; "fianza"; "prenda"; "cosa que asegura y protege contra algún riesgo o necesidad". En Derecho, se garantiza el cumplimiento de una obligación; o se garantiza la observancia de un precepto; o se garantiza, es decir, se asegura que un derecho será respetado. Por eso, la Constitución consagra "garantías", que son precisamente la expresión concreta del compromiso, transmitido solemnemente a los ciudadanos en el sentido de que lo previsto sobre sus derechos y libertades habrá de tener lugar efectivo y cierto en la práctica.
Así, pues, quien garantiza, asegura, se compromete.
En un proceso o contrato en que dos partes asumen compromisos y obligaciones, y viene un tercero en garantía, el papel de este tercero consiste en cumplir él, si la parte por él avalada o respaldada no cumple.
En los procesos de paz que se llevan a cabo para poner fin a conflictos internos, como es el caso del que se adelanta en La Habana entre Colombia y la guerrilla de las Farc, suelen ser designados países o personas "garantes", es decir, instituciones o individuos que confieren confianza a las partes en lo relativo a la pulcritud y lealtad del proceso, a su desarrollo según las reglas de juego convenidas, y por supuesto, al cabal cumplimiento de los acuerdos.
El garante en ese tipo de procesos tiene que ser imparcial. Por la misma naturaleza de su función, no se puede inclinar a favor o en contra de una de las partes. Debe examinar con cuidado, ponderación y objetividad lo que ocurre y dar fe de la transparencia y la observancia del proceso. No puede estar enfrentado a uno de los extremos de la negociación. Si así ocurre, no sirve de garante.
Es por todo ello que, en las actuales circunstancias de las relaciones colombo-venezolanas, no entendemos cómo es posible que Nicolás Maduro, el perseguidor y enemigo de los colombianos en la frontera; enfrentado a nuestra República, siga siendo garante del proceso de paz entre el Gobierno y la guerrilla. Menos todavía cuando ha traicionado al gobierno colombiano y la guerrilla respalda a Venezuela.
Jose Gregorio Hernandez Galindo
Expresidente de la Corte Constitucional de Colombia y director de la publicación “Elementos de Juicio. Revista de Temas Constitucionales” y la emisora "lavozdelderecho.com".
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