La decisión de endurecerse con Cuba, después de las estériles melosidades de Obama con los Castro, advierte que en esa misma dirección actuaría económicamente contra el desbarajustado régimen venezolano. Ya hay rumores de la posibilidad de un embargo al gobierno de Maduro.

Venezuela es el tercer proveedor de petróleo de Estados Unidos, aunque sus envíos representan un 8-9 % de las importaciones norteamericanas, que pueden ser fácilmente cubiertas por México, Brasil u otro país. Pero para el gobierno socialista significaría esto una pérdida superior al 40 % de sus ingresos, lo cual en las actuales circunstancias sería gravísimo. Y si se agregara la prohibición a PDVSA de operar a través de su filial CITGO que mantiene tres refinerías y más de 6.000 estaciones de servicio en Estados Unidos, la situación sería fatal.

El segundo en resentir las consecuencias de tal medida sería Colombia, que enfrentaría una crisis humanitaria fronteriza de dimensiones desastrosas como lo ha advertido el Comandante del Comando Sur, Almirante Tidd y lo ha negado reiteradamente la rústica canciller Rodríguez.

En esta complejidad, Bogotá podría esperar una acción militar venezolana, desesperada, limitada, pero con civiles armados y poco entrenados y con la activa participación de los terroristas de las farc que permanecen en suelo venezolano.

Eso explicaría la muy dudosa entrega de armas, que no convence a nadie a pesar de la propaganda oficial. ¿Explica eso el anuncio del General Mejía de organizar batallones de reservistas en la frontera? Venezuela es superior a Colombia en armamento –acaba de dotar a sus tres patrulleras oceánicas con misiles antibuques chinos-, pero el espíritu de combate de sus FF.MM. no es el mejor bajo el gobierno vocinglero y ladrón de Maduro.

Por supuesto, Rusia y China no se quedarían impávidos si el jupiteriano Trump decide tomar medidas contra un régimen que será dictadura estilo cubano después de la Constituyente del próximo 30 de julio y que tiene en su subsuelo las mayores reservas petroleras del mundo. Los narcocarteles farc, eln, epl y los otros, que usan a Venezuela como rampa aérea, están atentos.

El único desentendido parece ser Santos, que asfixia presupuestalmente, distrae de su misión constitucional y socava la moral de nuestras FF.MM., mientras disminuye su pie de fuerza y cambia su doctrina al gusto narcofariano castrista.

Petróleo es el nombre del juego geoestratégico y geopolítico, además del narcotráfico, sambenito de Santos en Washington.