El ejemplo vecino es paradigmático: más del 90 % de los ciudadanos no quieren un régimen comunista, sin embargo una camarilla marxista leninista insiste en imponerse con el apoyo de unas FF. MM. a las que han logrado manipular, aplicando la maledicencia de que los Coroneles son de la Patria y los Generales del Gobierno, aquellos se controlan con lemas y juguetes de guerra, estos con caudales.
La educación, no el entrenamiento, es lo que hace de los cuerpos armados elementos claves de la vocación política de los países. Duros soldados sin preparación ideológica terminan convertidos en represores y tiranos de sus pueblos, en simples sicarios de pandillas delincuenciales apropiadas del poder o en mercenarios cobijados con la fe revolucionaria, como los cubanos.
Allí donde hay vacío ideológico, cualquier historia mentirosa pero bien contada, “progresista”, llena esa ausencia. En el caso de Venezuela, sus Fuerzas Militares, con el mejor equipamiento de Latinoamérica pero huérfanas de cultura política democrática, han sido cooptadas por una caterva que sigue el libreto del Foro de Sao Paulo y aplica las instrucciones de La Habana de reprimir ferozmente a quienes repugnan una rutina de hambre, enfermedad y muerte, en un país inmensamente rico pero ladroneado.
Con frecuencia los militares confunden Lealtad, del latín legaliis, legalidad, adherencia a lo legalmente establecido, con Fidelidad, del latín fidelitas, fe, creencia, a una persona, grupo o código.
En génesis idiomática se puede ser Leal sin ser Fiel y aunque lo más simple es convertir ambos conceptos en sinónimos, esta sutil diferencia debe ser muy clara para las estructuras armadas constitucionales, sobre cuyos hombros descansa la estabilidad y el progreso de una nación.
Debido a esa fidelidad letal, el estalinismo venezolano pareciera estarse apuntalando y junto con Nicaragua y Cuba, consolidando un nuevo mapa geopolítico en la región.
Y Colombia es un Objetivo Principal en esta estrategia. Los comisarios de ese eje totalitario están aquí, protegidos y animados por el gobierno de turno. La retórica de la Gran Patria Bolivariana está presente en el nuevo partido político de las farc y escrita en los bastones de las guardias campesinas e indígenas de Catatumbo y Cauca, regiones fronterizas con dos países bolivarianos.
El narcotráfico, también protagonista del drama venezolano y principal amenaza actual contra la sociedad y el Estado colombianos, nos llevará al robo-castro-chavismo-lulismo, como la manguala Foro de SP-Odebrecht, si este Gobierno no reacciona tomando medidas radicales