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La izquierda hedionda del petrovideo y los rivales partidistas del Centro Democrático, están refocilándose con el bajón en las encuestas de Iván Duque en sus primeros 100, de 1460 días. Sin embargo, este gobierno maniobra con rumbo atinado en la geopolítica regional caracterizada por amenazas “reales e inminentes”, como alerta el nuevo Comandante del Comando Sur y certifica el BID.

En la región, estamos al final de dos décadas perdidas en manos de gobernantes izquierdistas irresponsables, con narcotráfico imperando, el record mundial de homicidios, inmigración desbordada, células terroristas de Hezbolá implantándose, Rusia afincándose y China avanzando incontenible.

Y en la mitad de este torbellino está Colombia, objetivo del comunismo internacional y del triángulo Venezuela-Cuba-Nicaragua. En ese escenario, Duque es consistente en denunciar internacionalmente la dictadura madurista y a pesar de las quejas, reclamos y amenazas de los narcofuncionarios de Miraflores y sus conmilitones, firme en negarse a restablecer lazos diplomáticos con Venezuela, mientras gestiona más sanciones. También fue contundente al abandonar la chavista Unasur, bodrio burocrático, ineficaz e ineficiente.

Otra posición seria y acertada es la asumida frente al eln, banda narcoterrorista transnacional alimentada por los Castro, cuya gerontocracia busca que sus camaradas nórdicos y sus confesores locales de la teología de la liberación, ablanden a Duque para que se avenga a otra viciosa negociación. Por el contrario, se mantienen vigentes las circulares rojas de Interpol para estos cabecillas asesinos, secuestradores, depredadores del medio ambiente y saboteadores de la infraestructura energética.

Quisiéramos mayor firmeza con Cuba, algunos de cuyos representantes desarrollan activismo político y entrenan terroristas; y prevenir la expedición que se avizora de enfermeros socialistas con título de médicos. Pararle el macho a Nicaragua en sus pretensionesde extender su territorialidad hasta Cartagena, es otra acción que los colombianos aplaudiríamos.

A medida que la acción del gobierno mexicano de AMLO empiece a impactar la región, nuevas decisiones substanciales seguramente serán adoptadas por este gobierno que ha tomado riesgos políticos de gran calado moral para el país y la región.

El complicado panorama regional de seguridad, exige posiciones serias, inteligentes, a contramano de los caritativos europeos que como bien lo expone José Alvear Sanín, posan de benefactores mientras avanzan en sus propios intereses, con el apoyo ladino de cientos de santistas discretamente amañados dentro del gobierno del Centro Democrático

JOHN MARULANDA

Tomado de: Periodico virtual DEBATE