Cine y Derecho (20)
CINE Y DERECHO. “EL CLAN”. Clara Patricia Montoya
16 Mar 2016
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Escrito por
Clara Patricia Montoya Parra
CUANDO LA AMENAZA Y PEOR PESADILLA DE UNA FAMILIA, SON LOS PADRES.- Los crímenes liderados por el pater familias Arquímedes Rafael Puccio entre 1982 y 1985 y cometidos por él, dos de sus tres hijos y un par de amigos, son el tema de la escalofriante historia contada en la película argentina dirigida por Pablo Trapero “EL CLAN”. El padre amoroso que reza en familia antes de cenar, hace las tareas con sus hijas antes de dormir y se esmera para que sus varones escalen socialmente en la Argentina de los 80, es también el psicótico, arrogante, perverso y narciso padre que lleva a toda su familia a la peor de las ruinas ante la mirada complaciente de una esposa, que no pudo desconocer de ninguna manera el modos operandi de su compañero de viaje.
En la Pampa, Argentina, nació un 14 de septiembre de 1929 Arquímedes Rafel Puccio que ya convertido en adulto se dedicó a la profesión de contador; fue empresario y miembro de la Secretaria de Inteligencia del Estado (SIDE), miembro de la Alianza Anticomunista Argentina y del Movimiento Nacionalista Tacuara. Contrajo matrimonio en Buenos Aires el 5 de octubre de 1957 con la profesora de contabilidad y matemáticas Epifanía Ángeles Calvo y con ella tuvo 5 hijos: Alejandro Rafael en 1958, Silvia en el 60, Daniel Arquímedes (Manquila) en el 61, Guillermo en el 63 y Adriana en 1970.
Foto de toda la familia real.
De todos los hijos de Arquímedes, llama la atención lo acaecido al mayor y al menor de ellos: por un lado Alejandro Rafael labró una historia de éxitos como jugador de rugby del Club Atlético de San Isidro, ciudad donde los padres ubicaron el domicilio familiar y llegó a formar parte de la Selección de Rugby argentina “Los Pumas” y pese a ello, no fue capaz de separarse de la personalidad manipuladora y autoritaria de su padre; Guillermo, por el contrario, lleno de miedo ante lo que para 1983 sucedía al interior de la casa familiar, abandonó la vivienda, rompiendo por completo y sin remordimientos el cordón umbilical.
Foto de Alejandro jugando rugby.
Desempleado, en el año 1982, Arquímedes decidió usar el sótano de la casa en la que vivía toda su familia en la ciudad de San Isidro, ubicada en la calle Martín y Omar esquina 25, como lugar de reclusión de personas secuestradas por la banda que conformaría en alianza con dos de sus hijos y sus amigos Guillermo Fernández Laborda, el militar Rodoldo Victoriano Franco, Gustavo Contepomi y el albañil Herculeano Vilca.
Foto en la ventana de todos.
Alejandro se prestaría para dar el primer golpe, poniendo al servicio de la naciente banda de delincuentes el nombre de uno de sus compañeros del equipo de rugby: Ricardo Manoukian de 24 años, miembro de una familia adinerada argentina por la que Puccio –padre- cobraría en dólares el boleto a la libertad del joven jugador. Manoukian fue secuestrado el 22 de julio de 1982 y no obstante, pagado el rescate cobrado por “EL CLAN (500 mil dólares) llegó lo de casi siempre, la entrega del pago exigido cumpliendo rigurosamente con todas las condiciones por parte de una familia afligida y ansiosa que desea a cualquier costo recuperar al secuestrado y éste conscientemente asesinado por sus verdugos, para cerrarle la boca.
Imagen de los 4 secuestrados.
El 5 de mayo de 1983 darían el segundo golpe; El Clan, liderado por los Puccio secuestraron a Eduardo Arlet, de 25 años. Joven adinerado y jugador de rugby conocido igualmente por Alejandro. Su familia cayó en el engaño y pagó 150 mil dólares por su libertad. El cuerpo de Arlet fue encontrado en 1987, después de que uno de los criminales confesara el sitio en el que fue enterrado.
El 22 de junio de 1984 secuestraron a un amigo de Arquímedes, Emilio Naum de 38 años; Naum pese a sentirse entre amigos cuando Puccio padre lo abordó en su carro, no tardó en detectar que algo no andaba bien, puso resistencia y lo mataron en el acto. Fernández Laborda socio de Puccio, confesó haberlo matado de un tiro en el pecho.
Y todo llegó a su fin en 1985 cuando decidieron secuestrar a la señora Nema Bollini de Prado de 58 años, dueña de un concesionario de autos. Los hijos de ésta, más agudos que los familiares de los dos primeros secuestrados, no cedieron a las amenazas de prohibido contarle a la policía y contaron. De tal suerte que llevaron a la banda de los Puccio a cometer errores que terminaron con la captura de todos el 23 de agosto de 1985 y la libertad de la señora Bollini que duró 32 días en el sótano, viviendo en deprimentes condiciones.
La foto de la captura de Manguila.
Arquímedes negó hasta el fin de sus días sus crímenes y murió de viejo en la ciudad que lo vio nacer, la Pampa, el 4 de mayo de 2013.
La película “EL CLAN” nos mete de lleno en la vida de los Puccio y especialmente en la convivencia de esta familia al interior de la casa donde simultáneamente se rezaba y se pecaba. Las dos hijas no parecen ajenas a lo que sucedía, pues ellas mismas no pueden vivir tranquilas en medio de los gritos que emitían desde el sótano los tres secuestrados que alcanzaron a penar en esta prisión construida por el presunto criminal que a la postre era su amoroso padre. La madre, tampoco se salva y, es que nadie podría asegurar que ella no estuviera al tanto de lo acontecido ¿por qué entonces cómo pasaba para ella inadvertido el lugar al que se llevaba la comida que ella preparaba y que el padre bajaba hasta el sótano? Pero claro, un silencio sepulcral frente a lo que sucedía en su casa, era lo mínimo que podía hacer frente al dinero que comenzó a entrar a manos llenas. El dinero lo puede todo y quienes se meten a cometer actos criminales o a permitirlos en silencio saben que todo vale si a cambio entra el dinero y, sí el dinero entra en familia, pues mejor todavía.
Solo Guillermo, el hijo menor, aprovecha un viaje deportivo para huir de ese horror en el que estaba convertida la convivencia de la familia Puccio y hasta la fecha nadie sabe dónde vive, algunos dicen que en Nueva Zelanda. Según versiones y así lo muestra la película, Guillermo le advirtió a Alejandro que huyera, que se alejara de ese asco en el que había transformado el padre la vida en familia, pero –al parecer- Alejandro y el hermano llamado Manguila no pueden separar los beneficios (léase dinero fácil) de la legalidad o no que comportan los actos sugeridos por su padre, como los únicos posibles para hacer dinero y ascender en la sociedad.
la prisión en el sótano.
Empero y como dice el proverbio popular “lo que mal empieza, mal acaba” y esta familia terminó muy mal. La hija mayor, murió de cáncer sin querer que le hablaran de su padre, la pequeña se cambió el apellido, la madre terminó sola y despreciada, Alejandro –condenado a cadena perpetua- trató de suicidarse varias veces hasta que murió víctima de las consecuencias de esos acercamientos con la muerte, Guillermo desapareció y Manguila dicen juega en un equipo de rugby en el Sur de Brasil.
Arquímedes murió de viejo que en todo caso no fue en últimas nada muy grave para todo lo que hizo, pero a su muerte –pese a construir una familia numerosa- nadie reclamó su cuerpo. Dicen los que lo entrevistaron que negó –pese a la evidencia de las pruebas- haber secuestrado, torturado y participado en los crímenes. Dicen también que hasta el final mantuvo la soberbia en la mirada, el orgullo y la jactancia de ser italiano y descendiente de los mafiosos sicilianos y en la última entrevista que le hicieron ante la pregunta ¿Cómo se autodefine? Respondió: “Soy como un soldado espartano, si no tengo la lucha, me muero. Me siento un poco César, un poco Napoleón, un poco Espartaco, me siento un poco Mussolini, Hitler y ¡me siento Perón! Los ignorantes los cuestionan, pero Hitler y Mussolini hicieron grandes cosas por Alemania e Italia. He tenido amigos judíos y son todos una basura. El judío al final te caga. No hay judías laburantes”[1]
Foto de viejito de arquimedes. www.perfil.com
Cuando la casa de los Puccio fue allanada, la policía encontró una enumeración de otras 10 posibles víctimas enlistadas para futuros secuestros extorsivos.
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[1] http://www.perfil.com/sociedad/La-ultima-entrevista-a-Puccio-para-Perfil-envidia-a-Nestor-e-idolatria-a-Hitler-y-Mussolini-20150822-0047.html
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Cine y Derecho
CINE Y DERECHO: "LEGEND". Clara Patricia Montoya
11 Mar 2016
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Escrito por
Clara Patricia Montoya Parra
Según la Real Academia de la Lengua Española, gánster es el miembro de una banda organizada de malhechores que actúa en las grandes ciudades. El gánster es un criminal que termina dirigiendo una organización violenta; sus actividades -por fuera de la ley- van desde lo más pequeño a negocios importantes como el tráfico de drogas. En la década de 1950/1960, los gemelos Reggie y Ronald Kray, instituyeron el crimen en el East End de Londres, como un estilo de vida.
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Cine y Derecho
CINE Y DERECHO: LAS SUFRAGISTAS. LA LUCHA DE LA MUJER POR EL DERECHO AL VOTO A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX EN REINO UNIDO. Clara Patricia Montoya
18 Ene 2016
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Escrito por
Clara Patricia Montoya Parra
“Las mujeres no tienen tranquilidad de temperamento o el equilibrio de la mente, para ejercer un juicio, en los asuntos políticos”. “Si permitimos que las mujeres voten significará la pérdida de la estructura social. Las mujeres están bien representadas por sus padres, hermanos, esposos”. “Una vez que se dé el voto, sería imposible detener esto. Las mujeres entonces habrían de exigir el derecho de estar en el Parlamento, ser Ministros de Gabinete, jueces”. Pronunciamientos públicos de los hombres contra la lucha de las mujeres por el derecho al voto. LONDRES, 1912.
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Cine y Derecho
CINE Y DERECHO.- “The Human Experience”, en español “LA EXPERIENCIA HUMANA”. Documental/USA. Clara Patricia Montoya
11 Dic 2015
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Escrito por
Clara Patricia Montoya Parra
¿Qué soy yo? ¿Qué es el hombre? ¿Por qué buscamos un sentido? ¿Qué espero de la vida? ¿Qué es la felicidad? El documental emprende un viaje por la vida moderna, narrado por los seres humanos que hacen parte de esta etapa histórica que recorremos todos. El mundo está sufriendo y apenas si nos damos cuenta por las noticias que nos llegan, pero el mundo no es solo la tierra que nos vio nacer y la gente con la que hablamos todos los días. Miles de millones de personas lo ocupan y todos sin excepción, desde su propia vivencia, tienen algo diferente que responder a estas preguntas.
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