Las entrevistas en los medios, los trinos y las declaraciones de quienes han participado en la elaboración, discusión y aprobación del Acuerdo sobre justicia restaurativa, anunciado el 23 de septiembre en La Habana, pueden acabar con el mismo Acuerdo, y hasta poner en peligro la firma definitiva del convenio de paz que se ha previsto para el 23 de marzo de 2016.

 

Todo indica que el comunicado divulgado inicialmente no recoge todo lo que se acordó, y que en realidad el Acuerdo en sí mismo todavía no está redactado. Está, al parecer, en construcción.

 

Los autores del Acuerdo, el Comisionado de Paz, el jefe de la delegación oficial, el Ministro de Justicia, el Fiscal General, el Procurador General, el jefe de las FARC alias Timochenko, alias Iván Márquez, los congresistas, los asesores. Todos dan versiones distintas y especulan acerca de los efectos jurídicos del Acuerdo.

 

Que si se juzgará a los ex presidentes de la República, en especial al ex presidente Uribe; que si en eso no se ha pensado; que si se juzgará o no a los responsables de la bomba puesta en el Club El Nogal; o a los culpables de la masacre de Bojayá; que talvez no; que si serán concentrados en un sitio y vigilados los miembros de la guerrilla; que tampoco es así; que si les pondrán “piyama de rayas” –un atuendo que, entendemos, no se usa en las cárceles colombianas, sino que es el nombre de una película-; que si habrá barrotes, o no –entendemos que no los hay en muchas de nuestras hacinadas prisiones. Que si existe un texto más grande que el leído. Otros dicen que no.

 

Unos de los participantes en el proceso afirman una cosa  ante los periodistas y otros la desvirtúan y la contradicen 

 

Y las Farc afirman que el Gobierno ha desfigurado y transmitido información distorsionada sobre lo realmente pactado.

 

En fin, las intervenciones post acuerdo han puesto en peligro el proceso de paz, y facilitan el trabajo de la oposición.

 

¿ Por qué no se divulga de una vez el texto del acuerdo escrito y firmado?. Hay gran confusión sobre un tema trascendental que interesa a todos los colombianos, como que se trata de su futuro y del futuro de las nuevas generaciones.