OPINIÓN: EL RUMBO DE ACORE. Por John Marulanda. Destacado

03 Mar 2016
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La Asociación de Oficiales de la Reserva Activa de las Fuerzas Militares, se ha convertido en un referente de los asuntos de Seguridad y Defensa Nacionales, superando a entidades que debieran ser voceras naturales de tales temas, como la Escuela Superior de Guerra. Otras organizaciones y ONG que se venden con títulos rimbombantes y engañosos, están compuestas por diletantes de la guerra faltos de formación doctrinal seria, arraigados ideológicos o cazadores de fortuna. El sentido de patria no existe para ellas. Son de poco creer.
 
Acore ha evolucionado desde una organización de generales retirados y arrumados en sus recuerdos, a convertirse en el único Think Tank colombiano integrado por 17 agremiaciones de los soldados y policías que llevaron sobre sus hombros el orden público interno y la seguridad estratégica del país. Sus opiniones, conceptos y análisis son de obligada lectura y estudio de los interesados en el incierto rumbo al que, orientado desde Cuba, nos está llevando el Gobierno de turno, cada vez más enredado en sus ficciones y engañifas.
 
El General Ruiz, presidente de la Asociación, con firmeza ha expuesto a la luz pública las maniobras seudo-intelectuales, los entuertos jurídicos y las mentiras políticas -excúsenme la redundancia- que están venezola- nizando al país mientras nos arriman a un nuevo ciclo de violencia. Por ejemplo, Acore ha sido contundente al criticar el folletín “Basta Ya”, otra truhanería del Foro de San Paulo y sus sayones colombianos, envilecido documento que disimula todas las atrocidades de los terroristas y justifica al Herr Rechtsanwalt Montealegre cuando bautiza a nuestras Fuerzas Militares como una empresa criminal.
 
Para la compresión integral de la crisis actual, Acore viene adelantando contactos con diversos actores mientras hace propuestas para lidiar con una negociación de pataletas y claudicaciones, una paz inflada a punto de titulares y un posconflicto con negros nubarrones.
 
Por estos días, habrá elecciones para presidente y junta directiva de la Asociación. No es oportuno cambiar el rumbo de la organización. Podría caer en una radicalización inoportuna, en una endogamia estéril o en la disolución, efectos que servirán a los intereses estalinianos de los bárbaros de La Habana y sus compinches marxistas-leninistas.
 
Es momento de luchar por unos Principios Institucionales y por una patria en democracia, seriamente amenazada por “la izquierda de los papanatas”, como diría el músico Andrés Calamaro. Cambiar la ruta ahora sería arriesgar todo lo logrado, inclusive la asignación de retiro que ya está en la mira de los titiriteros del aclamado postconflicto. El rumbo de Acore está en curso y debe continuar en él, corrigiendo fallas y aprovechando posibilidades de mejoramiento, en medio del desbarajuste institucional del país. Llegará el momento de variarlo, cuando las circunstancias así lo indiquen.
John Marulanda

Consultor Internacional en Seguridad y Defensa

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