Cuando faltan pocos días para el 2 de octubre, día en que se votará el plebiscito convocado por el Gobierno, conviene insistir en algunos puntos que deben ser tenidos en cuenta al sufragar en uno u otro sentido:

-Como resulta de la misma pregunta que se formula y que aparecerá en los tarjetones, se votará SÍ o NO en relación con el Acuerdo celebrado entre el Gobierno y las Farc, que tiene 297 páginas y trata diversas materias dignas de análisis. 

-Esto significa que no se votará para escoger entre la paz y la guerra, pues la Corte Constitucional en su sentencia C-379 de 2016  exigió que el votante no fuera confundido con esas referencias. Se vota a favor o en contra de un documento entre Gobierno y Farc. No involucra a otras organizaciones como ELN o las Bacrim. Se trata de un documento específico, con las Farc.

-El plebiscito es un mecanismo de participación ciudadana que, si bien -como lo ha dicho la Nobel de Paz 1997, la estadounidense Jody Williams-, el plebiscito no era necesario para dialogar con grupos armados, ya se acudió al pueblo, está convocado el mecanismo de participación, y todos tenemos el derecho de votar, sea cualquiera el sentido del voto. Si estamos en una democracia participativa, ello debe tener lugar en libertad, con serenidad, sin presiones, sin insultos, sin descalificaciones, respetando los criterios de los demás sobre la base de que nuestra propia opinión se respeta. Sin abucheos, ni silbatinas; sin necesidad de estar gritando ofensas contra quienes piensan diferente. Es decir, hay que votar de manera civilizada, SÍ o NO, pero con respeto, con seriedad.

-El voto debe ser ilustrado. No votar a ciegas. Hay que conocer el Acuerdo por el cual se votará

-Lo que se vota es un respaldo político al Acuerdo. No estamos aprobando normas jurídicas. Eso le corresponde al Congreso.

-Colombia debe dar ejemplo de democracia. Votar en paz y en libertad, y con respeto.