El Gobierno insiste en un proyecto de reforma tributaria completamente inoportuno, regresivo e inequitativo, que afecta gravemente a la clase media, que desestimula a las empresas y que, por tanto, con razón, ha sido rechazado por muchos sectores e inclusive por partidos políticos como el liberal, integrantes de la unidad que apoya al Ejecutivo.
Lo último al respecto ha sido la excelente intervención del Vicepresidente de la República Germán Vargas Lleras, quien inclusive ha llamado a la movilización popular, en abierta oposición al proyecto gubernamental. Ese criterio es muy significativo y muy valioso, y el Presidente de la República tendría que tomar nota y adoptar decisiones en el interior del Gobierno, para coordinar las políticas, entre ellas la tributaria.
El proyecto oficial, sin pensar en la vivienda de interés social y sin consultar a quien coordina la actividad del Ejecutivo al respecto -el Vicepresidente-, propone eliminar la exención del impuesto de renta sobre las ventas de vivienda.
Según Vargas Lleras, este gravamen "conduciría a hacer mucho menos atractiva la construcción de vivienda de interés social".
Hizo un llamado que, en mi concepto, muestra un fractura o una división en el interior del Gobierno: “Todos los colombianos que se han beneficiado de este programa salgan a decirle al Congreso de la República que le ponga más atención a las normas que van a acabar con la política de vivienda en Colombia”.
Tiene toda la razón el Vicepresidente. Y nos parece que, si unimos esta razonable posición suya a lo que, también acertadamente, ha expuesto sobre la Justicia Especial de Paz, vemos a un funcionario que discrepa con razones de políticas gubernamentales decisivas, pero a quien no tienen en cuenta, ni atienden sus argumentos. ¿Se apresta Vargas Lleras a tomar distancia del Gobierno, con miras a su candidatura presidencial? ¿Cuánto más durará en el cargo?