Hemos venido sosteniendo que al país se lo volvió a tomar el narcotráfico, que los cultivos de coca se han incrementado de modo alarmante y que el micro tráfico de estupefacientes, gracias a la dosis personal y a providencias judiciales permisivas, domina en las ciudades y neutraliza a las autoridades de policía, en perjuicio de la niñez y la juventud.
Los Estados Unidos muestran de manera permanente su preocupación y apremian al Gobierno colombiano para que haga algo al respecto. La DEA sigue investigando y encontrando razones para considerar que Colombia no ha disminuido sino, por el contrario, aumentado los niveles de exportación de sustancias sicotrópicas y estupefacientes a territorio norteamericano. Y a países europeos se sigue transportando droga, como lo vimos en el caso del avión cargado de cocaína que llegó al Reino Unido y que descubrió Scotland Yard.
Se firmó el Acuerdo Final de Paz, y los desmovilizados de las Farc se comprometieron a no volver al narcotráfico, que proyectándose hacia punibles cometidos en el pasado se consideró por las nuevas normas como delito conexo con los políticos -con lo cual jamás hemos estado de acuerdo-, pero, como lo hemos visto, algunos -piense usted en el caso de "Alias Santrich" y sus amigos- siguen en la comisión de ese delito. Alias Guacho, lider del Frente "Oliver Sinisterra", so pretexto de disidencia, está dedicado con muchos más guerrilleros al terrorismo, al crimen y por supuesto al narcotráfico.
Al parecer, según las pruebas en poder de las autoridades, es el brazo armado de los carteles mexicanos, concretamente el de Sinaloa.
Y el Fiscal General Néstor Humberto Martínez ha dicho en Cartagena, con toda razón, que el narcotráfico es el peor enemigo de Colombia y que, si Colombia no rediseña su política contra las drogas, corre el riesgo de perder la institucionalidad.
“Estamos bordeando -señala Martínez- las 200.000 hectáreas de droga y la productividad de estas hectáreas ha crecido más de un 33 por ciento". "Es necesario que podamos suscribir los colombianos un nuevo acuerdo que nos permita refundar la política antidrogas en Colombia o vamos a perder nuestra estabilidad institucional”.
Para el Fiscal, las actuales políticas públicas contra los cultivos ilícitos, que fijan en 100.000 las hectáreas erradicadas al año, no son suficientes para enfrentar el problema.
"Bajo ese escenario, Colombia corre el riesgo de convertirse en un problema geopolítico para América Latina". “Colombia no se puede ir convirtiendo en un problema geopolítico para la región, hoy con la droga y las disidencias de las FARC en el sur del país”, en la frontera con Ecuador, “nos vamos a convertir en un problema geopolítico que está alterando el orden público en países vecinos”.
Finalmente, advierte el Fiscal Martínez que la tasa de homicidios en el país crece a 7,2 por ciento en plena fase de posconflicto y alerta en el sentido de que, hoy, 303 municipios del país presentan incrementos en muertes violentas por parte de bandas criminales al servicio del narcotráfico".
Estamos de acuerdo con el Fiscal. El narcotráfico es el peor enemigo de Colombia. Y creemos que ha sido y sigue siendo así, a ciencia y paciencia del Gobierno.
