Los confusos hechos en el curso de los cuales perdió la vida el ex integrante de las Farc (desmovilizado en desarrollo del Acuerdo de paz) Dimar Torres Arévalo generan muchas y justificadas inquietudes. El ex guerrillero fue muerto como consecuencia de varios impactos de fusil. Cuatro dice el Fiscal General. Esos hechos tuvieron lugar en inmediaciones del Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de la vereda Campo Alegre, en el municipio de Convención, Norte de Santander.
Se ha afirmado en medios de comunicación, en redes y por parte de ciudadanos del municipio, que el cadáver del desmovilizado estuvo a punto de ser sepultado en secreto en una fosa, aunque lo impidieron los vecinos; que presentaba signos de tortura y que fue víctima de castración. En fin, según esas versiones, no se trató de un caso de legítima defensa, ni de un accidente, por forcejeo con un cabo del Ejército por su arma de dotación, como lo dijo públicamente el Ministro de Defensa Guillermo Botero, sino de una ejecución extrajudicial, que no sería otra cosa que un crimen de lesa humanidad.
A ello se agrega lo dicho por el General Luis Villegas Muñoz, comandante de la Fuerza de Tarea Vulcano, quien, durante su visita a Convención, a donde llegó acompañado de una comisión de la ONU, pidió perdón por la muerte del desmovilizado, afirmando que "no mataron a cualquier civil; mataron a un miembro de la comunidad; lo mataron hombres de las Fuerzas Armadas y por lo tanto el comandante debe venir a poner la cara". "Les pido perdón, esto no debió haber pasado y esto no obedece a una acción militar".
Si se prueba lo dicho, estamos ante un crimen horrendo. Es algo muy grave, y no puede quedar impune. Por ello, no entendemos cómo el Ministro de Defensa, sin mayor verificación, le quitó importancia al caso y divulgó la versión inicial, ahora desvirtuada por el Comandante Villegas y por la comunidad.
Medicina Legal y la Fiscalía General de la Nación deben esclarecer lo ocurrido en este oscuro caso, más allá de la consabida promesa de "investigaciones exhaustivas". Ojalá no pase como en los casos relacionados con el asunto "Odebrecht".
