Salir a la calle se ha convertido en una acción peligrosa, ir a un banco a realizar un retiro es un riesgo, el robo de celulares, raponeo de bolsos, los delincuentes se desplazan al asecho de sus víctimas, evadiendo las autoridades de policía, en materia de vigilancia el numero de policiales es insuficiente para cubrir la protección del número de habitantes por ciudad. 

La delincuencia ha ganado mucho terreno, mas cuando si se llega a presentar una captura en flagrancia, es común que los malhechores sean presentados ante un juez y estos queden libres en pocos días, ¡por no ser un peligro para la sociedad¡, por ser la primera vez o por que el valor del objeto hurtado es mínimo; también  es común que sean capturados mientras cometen hurto o sicariatos sujetos que portan brazaletes del  instituto nacional penitenciario (inpec), quienes purgan una condena con beneficio de detención domiciliaria.

Definitivamente una de las cosas que mas me atormenta, es la falta de garantías en cuanto a la seguridad mínima en Colombia, los delincuentes no tienen reparo en atracar a mujeres, niños ancianos y si la victima le opone resistencia disparar y arrebatarle la vida como ocurrió hace pocos días en una la zona turística de Cartagena, donde fue asesinado un ciudadano americano, quien fue despojado de su teléfono celular y de una cadena de oro.

La incapacidad de las instituciones que por mandato constitucional tienen dentro de sus funciones garantizar la vida y cuidar los bienes de los ciudadanos, ha permitido que los colombianos estén expuestos a la delincuencia, es un tema de autoridad, un tema de políticas de seguridad, que el gobierno nacional y los gobiernos locales, no han podido solucionar para disminuir el número de hurtos y sicariatos de los mismos delincuentes. 

La falta de autoridad y de compromiso de las autoridades y de las instituciones por recuperar la seguridad y reducir la comisión de delitos, está ocasionando la pérdida de vidas humanas, las personas no creen en las instituciones, no se confía en las autoridades ni en la justicia. 

A manera de discusión, el estado tiene suspendido el porte de armas para los ciudadanos que son titulares de salvoconducto, para poder portar un arma para la defensa personal se debe contar con un permiso especial para portar el arma que el estado le entrego para la defensa después de sendos estudios de seguridad y exámenes médicos, psicológicos y de manejo de armas. Estamos frente a la prohibición de la prohibición, mientras los delincuentes andan por las calles de todas la ciudades armados, atracando, disparando y arrebatando los bienes de las personas y hasta la vida, solo basta ver las ediciones de los noticieros para probar lo que estoy afirmando.

La seguridad es un derecho humano fundamental, que el estado a través de la fuerza pública y la policía nacional debe garantizar a todos los ciudadanos, ante la imposibilidad de conceder esta garantía, podemos decir, que el estado, sus gobernantes, presidente, ministros, gobernadores y alcaldes, están violando la constitución y atropellando los derechos humanos fundamentales de los colombianos, como consecuencia de la incapacidad del estado de suministrar la seguridad a la vida y a los bienes, ¡la inseguridad nos esta matando.  

N. de la D - Las opiniones de nuestros columnistas y colaboradores, en ejercicio de su libertad de expresión, no comprometen los criterios editoriales de esta página.

Recuerde encontrar nuestros audios en Spotify, Ivoox, Apple Podcast y nuestra página web www.lavozdelderecho.com