Los de derecha son tildados de burgueses, oligarcas, paracos y su líder es llamado “matarife”, a los de la izquierda se les tildan de guerrilleros, comunistas y la primera línea liderados por el “cacas”. En las controversias sobre política y partidos, se ha vuelto tan común sembrar el odio y defender la posición adoptada, utilizando cualquier cosa incluyendo la injuria, la calumnia y la difamación como mecanismo de defensa y ataque, con razón o sin razón, eso sí, con exageraciones, con contenido de odio y de agresión. 

¿Por qué no lograr La Paz?, ¿por qué los del matarife y el cacas no se sientan en la mesa de diálogo y construyen un país sin odio sin, pobreza, sin corrupción, sin violencia y sin inseguridad en las calles de sus ciudades?, ¿no nos estamos dando cuenta que con el odio que se alimenta sin razón alguna, solo nos hacemos daño?

Que mientras nos dedicamos a agredirnos los unos con los otros, la delincuencia, el narcotráfico se toman el control y la corrupción destruye nuestra economía, tal vez, seguir insistiendo que la derecha es peor que la izquierda o que la izquierda es peor que la derecha, es solo un sofisma de distracción para mantener a la sociedad dominada, sometida, adoctrinada y dividida, con el único fin de que unos pocos puedan obtener prebendas y privilegios en medio de la confusión.

Debemos trabajar en busca del progreso, si a los dos extremos políticos, los zurdos y los derechos, les importa tanto el bienestar del país, deberían de encaminar todos sus esfuerzos para realizar una verdadera unidad nacional, en la búsqueda de la paz, de la prosperidad, de la calidad de vida, de manera digna para todos los colombianos, para lograrlo, hay que dejar de lado el odio, las diferencias, y discutir no sobre quien tiene la razón, sino sobre que es lo mejor para el país.

Unidos en busca del progreso, los lideres “el cacas y el matarife” deben encontrar el camino para hacer de Colombia un país próspero, seguro y productivo, para beneficio de todos los colombianos, donde los recursos de la salud y de la educación, no terminen en manos de los corruptos, donde exista la seguridad, donde la plata de los impuestos que pagamos sean redistribuido en el gasto social, generando mejor calidad de vida para todos los colombianos.

Que Dios nos proteja, que no exista más el odio entre los colombianos, que la dignidad humana sea la prioridad y que se ponga fin al odio entre los zurdos y los derechos.

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