Opinión OnLine: 23 años de la Corte Constitucional. José Gregorio Hernández Galindo Destacado

12 Feb 2015
Opinión Online
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Hace 23 años, el 17 de febrero de 1992, el Presidente de la República César Gaviria Trujillo instaló oficialmente la Corte Constitucional de Colombia. Ese mismo día, siete magistrados de la Corte transitoria -Simón Rodríguez Rodríguez, Fabio Morón Díaz, Jaime Sanín Greiffenstein, Ciro Angarita Barón, Alejandro Martínez Caballero, Eduardo Cifuentes Muñoz y José Gregorio Hernández Galindo-  iniciamos la tarea de construir, organizar y poner en funcionamiento la institución encargada de salvaguardar la Constitución de 1991, de velar por su intangibilidad e imperio y de trazar las pautas sobre interpretación y protección judicial de los derechos y libertades garantizados en el Estatuto supremo.

La tarea no era fácil. Se hacía necesario agudizar el ingenio para poner en funcionamiento muchos aspectos novedosos y para garantizar la eficiencia y oportunidad de las providencias. En cuanto al control abstracto de constitucionalidad, se recibieron de la Corte Suprema de Justicia –que hasta entonces venía ejerciendo la función-  numerosos expedientes que contenían demandas presentadas por los ciudadanos, tanto contra la propia Constitución como contra leyes y decretos con fuerza de ley. En lo relativo a la revisión eventual de las decisiones judiciales sobre acciones de tutela, ya habían llegado a la Secretaría muchos fallos de primera y segunda instancia, con decisiones muy disímiles y con una considerable desorientación de muchos jueces acerca del objeto propio de un mecanismo de defensa judicial hasta entonces desconocido en Colombia.

 
La Sala Plena hubo de llevar a cabo sesiones prolongadas hasta altas horas de la noche, algunas de ellas alumbradas con velas, en tiempos del apagón. Se escribió, se estudió cuidadosamente y se aprobó el reglamento interno de la Corporación, y fueron sentadas  las reglas básicas para el desempeño de la función, tanto en los despachos de los magistrados como en la Secretaría, la Sala Plena y las salas de revisión de sentencias de tutela. Así como el sistema de elección de presidente y vicepresidente, y de conformación de la lista de conjueces.
 
La Secretaria General y actual Magistrada Martha Victoria Sáchica -única y fiel testigo de la totalidad de lo ocurrido en la Corte Constitucional en estos 23 años- dedicó todos sus esfuerzos y diligencia a  estructurar el sistema práctico de carátulas, radicación, numeración, clasificación, reparto y trámite de los expedientes, elaboración de actas, procedimiento para comunicaciones, notificaciones, edictos, fijación en lista, registro de ponencias y todo lo indispensable, desde el punto de vista administrativo y procesal, para que la Corte operara de manera ágil y ordenada, como en efecto lo ha hecho a lo largo de su actividad.
 
Vinieron después las sentencias, en las cuales la Corte Constitucional fue definiendo progresivamente el método que aplicaría para interpretar y aplicar los preceptos constitucionales, y algo muy importante: la confrontación entre las normas pre constitucionales y la nueva Constitución.
 
La Ley 5 de 1992 elevó a nueve el número de magistrados, y el 1 de diciembre de ese año fueron elegidos cinco nuevos integrantes de la Corte para un período de ocho años, continuadores de la tarea iniciada: Jorge Arango Mejía, Antonio Barrera Carbonell, Carlos Gaviria Díaz, Hernando Herrera Vergara y Vladimiro Naranjo Mesa –nuevos-, y cuatro que veníamos de la Corte transitoria –Cifuentes, Martínez, Morón y Hernández-  tomamos posesión el 1 de marzo de 1993.
 
Hoy, la Corte Constitucional –con los valiosos aportes de quienes nos han sucedido-  puede mostrar a Colombia y al mundo una nutrida jurisprudencia y un respetable cuerpo de doctrina constitucional  sobre los  valores y principios fundamentales, la democracia participativa y pluralista, la dignidad, la libertad  y los derechos de las personas, entre otras materias.
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