De nada servirá reinvertir nuestra constitución de 1991 si no reformamos nuestro pensamiento; el problema no es la parte dogmática, programática, ni orgánica contenidos en nuestra actual constitución. El Estado social de derecho fue planeado de manera inteligente, el problema es la corrupción, la indiferencia y la falta de conocimiento de la misma constitución por parte de quienes consideran que una Asamblea Constituyente es la solución adecuada.
En un alto porcentaje los colombianos no han leído ni estudiado la constitución, el desconocimiento de la carta política es general.
¿Para qué pensar en convocar una asamblea constituyente? ¿Qué hay que cambiar?, es demasiado irresponsable el pensar que una reforma a la constitución sería la solución a la crisis de Colombia, la solución a los problemas está en cada uno de nosotros, si no leemos la constitución, si no cambiamos nuestros pensamientos y participamos en las decisiones políticas del Estado, estaremos condenados a morir en la miseria.
El cambio consiste en exigir a las autoridades de control-fiscalía, procuraduría, contraloría- una reforma a la planta de personal empezando por los cargos más altos para que ejerzan la función de control disciplinario, fiscal y penal que por mandato constitucional se les ha atribuido.
Un pueblo borrego, inculto, incitado a la protesta es muy fácil de dominar, por la izquierda o por la derecha; en nuestro caso por la corrupción nuestros jóvenes están siendo utilizados sin importar que pierdan la vida en manos de padres de otros jóvenes que tienen como función protegernos y “cuyo fin primordial es el mantenimiento de las condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos y libertades públicas”, (artículo 218 constitución política).
¿Qué le hace falta a nuestra constitución política para que se piense en una asamblea constituyente? ¿Será la solución un cambio en la constitución? Si no conocemos la actual constitución, por qué deberíamos cambiarla; si estudiamos la actual y ejercemos nuestros deberes y derechos, no necesitaríamos proponer asambleas constituyentes.
Es más fácil cambiar la constitución que meter a la cárcel a un político corrupto, que controlar el gasto público, que darles alimentación a los niños de la guajira, que hacer una reforma tributaria en favor de las empresas. Por qué buscar una solución tan compleja como reformar la constitución si las soluciones sencillas son aplicar al pie de la letra la que se encuentra vigente.
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