La verdad es que un representante a la cámara, devenga un salario mensual de Treinta y Cuatro Millones Cuatrocientos Diecisiete Mil Pesos ($34,417.000), que sería el resultado de sumar 34 veces, el salario mínimo que recibe un colombiano del común como contraprestación a todo un mes de trabajo. Dicho de otra forma, mientras el ciudadano que contó con la magna suerte de tener un empleo, gana por día Treinta y Tres Mil Pesos $33.333 y al mes Un millón de Pesos ($1.000.000), estos “H.P” Honorables Parlamentarios reciben más de un salario mínimo legal mensual vigente por cada día de trabajo.
Son cuantiosos los privilegios que tienen quienes son elegidos por el voto popular para representar, a los colombianos; reciben camionetas blindadas, escoltas, seguros de vida, gastos de telefonía móvil, pago de sus unidades de trabajo legislativo (UTL) y como dice la novena de aguinaldos, “todo lo que pidas, nada te será negado”.
Completamente alejados de la realidad que afrontamos los “trabajadores del común”. En mi caso la seguridad que necesito es pagada de mi bolsillo, el carro en el que me muevo, lo compré con mis recursos, lo mismo pasa con mi celular. Todos los gastos necesarios para mi sostenimiento, son sufragados por mí. La ecuación parece sencilla: Si no trabajo, no recibo ingresos, pero es una constante carrera, en la que se requiere disciplina y pasión. No me quejo, pero se trabaja duro para mantener el nivel de vida que quiero tener.
Contrario a los padres de la patria que no sólo se conforman con los privilegios que reciben del Estado, sino que, durante años, se han dedicado a la política corrupta, a beneficiar a pocos y vivir de privilegios. Entre ellos hay de todo, algunos muy destacados por su trabajo, otros por politiqueros, muchos por corruptos y no ha faltado el hampón, que ha salido del congreso para la cárcel.
Que paguen la comida con plata de su bolsillo es una excelente decisión que ha tomado el actual presidente de la Cámara, ellos tienen para eso. Podríamos mirar este paso, como el inicio de un verdadero cambio. Quien se haga elegir como padre de la patria, tiene que “ser y parecer”; debe llevar una vida ejemplar y todas sus acciones deben estar encaminadas a lograr el beneficio del país, no el beneficio propio. Qué bueno que empiecen por comprar comida de su bolsillo.
N. de la D - Las opiniones de nuestros columnistas y colaboradores, en ejercicio de su libertad de expresión, no comprometen los criterios editoriales de esta página.
Recuerde encontrar nuestros audios en Spotify, Ivoox, Apple Podcast y nuestra página web www.lavozdelderecho.com
Nuestras redes sociales:
Facebook: https://www.facebook.com/EmisoraLaVozdelDerecho
Twitter: https://twitter.com/LaVozDelDerecho