No obstante, muchos de estos ungidos por el pueblo para ser gobernantes, cuya misión principal no es otra que prestar un servicio a la comunidad, a la sociedad, a la nación, garantizando la calidad de vida en dignas condiciones a todos los nacionales y habitantes del país, una vez llegan al poder, empiezan a padecer de un trastorno ¡politicomental! que los hace creer que son unos emperadores por encima de la ley, la constitución y los entes de control. Quienes padecen esta patología, se creen seudodioses del poder en los territorios bajo su jurisdicción, imponen su total autonomía, nadie puede llegar a la administración sin un requisito que ha venido superando la meritocracia, ahora es más importante la ¡lacayocracia! Ser leal, sirviente, obediente, a ese emperador que lo nombró. Muchos secretarios, directores, funcionarios, tiene que informar y pedir permiso al gobernante emperador, nada se mueve, ni se compra, ni se contrata sin la autorización del gobernante que se cree emperador.
Es típico del actuar del gobernante emperador, imponer su voluntad, ya no le esta permitido imponer su marca de gobierno , gracias a la Ley 2345, de lo contrarios, miles de millones serian gastados en demostrarle al pueblo, que llego “el gobierno de la gente”, “que el municipio o departamento si avanza” “que la ciudad es humana” frases y marcas que quedaban en desuso tan pronto terminaba el periodo, dando paso a que los nuevos gobernantes volvieran a invertir miles de millones en crear un marca nueva con eslogan y mensajes que satisficiera el ego y el sentir del gobernante emperador de turno.
Colombia cada vez mas empobrecido cedió los puertos, aeropuertos, carreteras, empresas prestadoras de servicios públicos, de telefonía, la salud y la seguridad social, a la empresa privada.
La mayor parte de ingresos del estados provienen de los impuestos que pagamos los ciudadanos, tributos obligatorios, ineludibles, a tal externo que hace poco días, fue declarada la exequibilidad de la penalización a ciertas evasiones, no siendo este el problema, ¡la plata no alcanza cuando se la roban! entre más impuestos impongan, el pueblo será cada día mas empobrecido y los gobernantes que padecen de trastorno “politicomental” creyéndose emperadores son cada día mas ricos con la complicidad de la austero pueblo que lo eligió y de los súbditos leales y obedientes que los ayudan en su misión de gobernar a cambio de una OPS o de un contrato, fortalecen la codicia y la maldad de quien llego al poder no para servir a su pueblo sino para sentirse y creerse el emperador.
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