Últimamente se habla cada día más del concepto de responsabilidad social de las empresas. Temática que en los últimos años ha tomado más fuerza porque se empieza a reconocer la importancia que los gerentes de empresas operen no sólo en los intereses de los accionistas, sino también a otros interlocutores sociales.
El concepto de la RSE se afirma a través de un desarrollo que involucró las estrategias sociales de la empresa: el concepto de sostenibilidad dirigido a la creación de valor a largo plazo, la evaluación del desempeño corporativo, el desarrollo de la comunicación, el marketing y el desarrollo de métodos y técnicas para la presentación de informes de responsabilidad social y sobretodo ambiental.
Hoy en día, con la situación económica de un mercado que es cada vez más competitivo y globalizado, las empresas son obligadas a buscar un equilibrio entre ganancias económicas, cohesión social y la protección del medio ambiente para demostrarse cada día más fuertes en mercados nacionales e internacionales. La RSE se ha convertido no sólo en una práctica habitual de las empresas para promover el desarrollo sino también para muchas organizaciones internacionales (ONU, OCDE, UE, etc.) que han comprendido este valor.
La competencia global ha puesto la necesidad a las empresas de llevar a cabo estrategias en su conjunto. Se debería trabajar para construir un diálogo constructivo y perseverante con los actores corporativos con el objetivo de gestionar las cuestiones sociales y ambientales que afectan a la competitividad de las empresas y su papel en la economía y la sociedad. En las grandes empresas, esto significa una mayor capacidad de autoregular lo que conduce a un clima interno de una mayor equidad y confianza y sirve para definir los sistemas legislativos y reglamentarios más eficaces para crecer.
En medio de sus diferentes mercados y economías, la RSE es vista cada vez más como una herramienta de gran alcance para hacer frente a los problemas de competitividad, el empleo, la cohesión social y la protección del medio ambiente así como el desarrollo y el diálogo social. También es vista para modernizar y fortalecer los patrones sociales de las empresas y los mercados locales y globales. El tema de la discusión general es sobre la conveniencia de regular o no las actividades de RSE de las empresas mediante la creación de sencillas normativas legales.
La práctica de la RSE ha dado a conocer a través de los años, con el uso y la creación de parte de las empresas de varias herramientas relacionadas a diferentes aspectos y actividades que se muestran de manera concreta en los conceptos de la ética, la responsabilidad social y el desarrollo sostenible. Estos son destinados a una gestión justa y eficaz de las relaciones humanas y los derechos humanos, lo que ha llevado a crear internamente en las organizaciones interesadas un documento en donde se definen los principios y normas éticas, los derechos y obligaciones, la misión y las reglas que se utilizan para definir el comportamiento de todos. El informe de sostenibilidad se divide en un Informe Social y Ambiental Corporativo e incluye la planificación, la gestión y la rendición de cuentas de la entidad en relación no sólo con las cuestiones económicas, sino también ambientales y sociales. Este documento es de utilidad para trasmitir al externo de la empresa para describir y comunicar las relaciones existentes entre las empresas y el medio ambiente y para revelar los efectos positivos y negativos de las actividades de aquellas.
Considero que las empresas deben continuar en esta vía y fortificar cada día más las actividades que ayuden a crecer la RSE. Ellas están en la responsabilidad de sensibilizar la comunidad local e internacional y dar a conocer que la verdadera ganancia está compuesta de un equilibrio económico y social.