Se ha surtido, en reunión con voceros oficiales, la etapa de revisión de las propuestas de dirigentes que votaron negativamente el Acuerdo Final firmado entre el Presidente de la República y las Farc, con el fin de llevar propuestas de ajuste a La Habana y negociarlas con los voceros de la guerrilla.
La verdad es que, habiendo sido rechazado el Acuerdo Final por el pueblo en el plebiscito, como la oposición mayoritaria en ese evento democrático no fue contra la paz sino contra el texto elaborado -esa fue la pregunta presidencial-, el Acuerdo debía y debe renegociarse, examinando aquellos puntos que incidieron en la votación negativa.
Según se informa, en ocho jornadas a puerta cerrada y por muchas horas, el Ejecutivo y los dirigentes políticos que fueron partidarios del voto negativo, así como los representantes de las víctimas de las Farc, aunque no han llegado propiamente a un convenio o acuerdo, han podido elaborar una lista de asuntos controvertibles, una especie de "memorando", “bitácora” o “memoria”, que contiene algo así como 410 propuestas y opciones de “ajuste” al Acuerdo Final, resumidos en “60 ejes temáticos”.
Se trata de un documento que deberán estudiar los voceros de las Farc, con el objeto de efectuar un análisis que ojalá culmine en la formulación de un nuevo Acuerdo.
Algunos proponen que, si eso ocurre, debería ser sometido a nuevo plebiscito. No lo recomendamos, porque, visto lo ocurrido, la experiencia nos enseña que podría prolongarse la nefasta polarización del país -que fue provocada innecesariamente por el pasado plebiscito-, y podría extenderse por más tiempo el estado del "limbo" en que se encuentra hoy el proceso de paz. Además -claro- del costo que tendría una nueva convocatoria al pueblo, con unas finanzas maltrechas como las que hoy presenta el Estado colombiano.
Por otro lado, desde ya nos preguntamos si a ese nuevo plebiscito se aplicarían las reglas especiales aprobadas en ley estatutaria también especial para el pasado plebiscito (por ejemplo, el umbral del 13% del censo electoral), o las reglas generales de la legislación aplicable a todo plebiscito.
No compliquemos las cosas. Abstengámonos de complicar más lo que ya es complicado. Adoptemos el nuevo acuerdo y...! adelante con la paz !