Sabemos bien que estamos en época electoral y que en época electoral van y vienen los ataques, las sindicaciones, los reclamos y las promesas.
Diríamos que ello es inevitable, en Colombia y en todas partes, como lo hemos visto en la última campaña presidencial en los Estados Unidos. Pero, en este como en todos los campos, los comportamientos están sometidos a la ética y a la lealtad, a unos principios mínimos, al juego limpio. No todo vale para vencer al contrincante. No todo procedimiento es lícito, ni lo deberían usar los dirigentes políticos aunque asesores sin escrúpulos lo recomienden
Lo que está pasando con la narración que, por medio de columna, hizo una distinguida periodista colombiana sobre la comisión de un delito de violencia sexual en su contra, pero sin divulgar el nombre del agresor aunque con el señalamiento de una lista de sospechosos, de todos los cuales fue subalterna, es algo que mueve a reflexión, en varios aspectos.
Muy grave que alguien -como seguramente acontece a diario en muchos casos- haya aprovechado la subordinación laboral de una mujer para someterla con violencia. Es algo muy bajo y cobarde, pero ante todo es un delito que debe ser sancionado.
Por miedo, la periodista no denuncia, pero al indicar que el violador está en una lista con nombres propios, pues se conoce quiénes fueron sus jefes, los hace a todos sospechosos, lo cual es injusto porque todos ellos, a excepción del delincuente, son inocentes. No deberían quedar públicamente en entredicho. Por eso es tan importante la investigación de oficio que ha iniciado la Fiscalía.
Pero, además, tan grave hecho se ha convertido en una novela de baja calidad, en especial por el morbo volcado en las redes sociales y los medios, y ha terminado convirtiendo la adivinanza en arma política, en tiempo de campaña electoral, contra un ex presidente de la República que fue jefe de la comunicadora, pero contra quien -como en el caso de los demás ex jefes- no hay absolutamente ninguna prueba.
Ahora más que nunca, aunque no somos optimistas sobre sus resultados, pensamos que la investigación penal se debe llevar a cabo.