El respeto por las autoridades y la obediencia a las mismas también es un mandato constitucional, como lo es el derecho a las personas a su intimidad personal y familiar y a su buen nombre, y el Estado debe respetarlos y hacerlo respetar (artículo 15 de la constitución política).
La ausencia del conocimiento constitucional genera el irrespeto y las agresiones que se están produciendo por redes sociales, por personajes de las más altas distinciones, específicamente por el electo alcalde de Cartagena William Dau Chamat, quien logró con un discurso anticorrupción obtener la simpatía popular y ganar las elecciones del pasado 27 de octubre de 2019.
Estoy casi seguro que el Doctor Dau Chamat tiene toda la razón y que sus pruebas serán suficientes para que la justicia haga lo suyo; aunque no tengo como probarlo, no creo en la santidad de ninguno de los malandrines que todos conocemos, pero tengo que aguantarme las ganas para no gritarles en su cara corruptos, criminales, saqueadores, ladrones y todos los calificativos que se merecen. Hay que esperar a que sean libradas las órdenes de captura, sean llevados a juicio y condenados para poderles decir lo que se merecen; mientras tanto si lo hacemos estaríamos transgrediendo la ley y no existe un instrumentos que permita medir o justificar las violaciones a la ley, sin importar el grado de la falta, transgredir la ley nos pone a todos en el mismo nivel.
Señor alcalde William Dau, por respeto a la constitución pongamos toda nuestra fe en la justicia y en manos de los jueces y cesemos los insultos contra el hasta hoy honorable gobernador y los honorables jueces y magistrados, que no merecen ser tratados despectivamente antes que la justicia confirme lo que usted, el pueblo y yo sabemos.
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