Las dos principales amenazas a la seguridad internacional en el momento son el conflicto de Ucrania y el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés).

 

¿Qué tienen que ver estos dos problemas de magnitud global con América Latina y con Colombia?

 

En el caso de Ucrania, Putin, no contento con retar a sus vecinos europeos, ha venido a ostentar la bandera de su flota aeronaval al Caribe, dejándole en claro a un tímido Obama que si los Estados Unidos merodean sus fronteras, él puede tocar las estadinenses también, con el apoyo entusiasta de Venezuela, Cuba y Nicaragua. Y ahí entra Colombia, que tendrá una dura prueba frente a las ambiciones expansionistas sandinistas que trascienden el meridiano 82, con la construcción del supercanal interoceánico como telón de fondo. La integridad territorial colombiana en el mar Caribe será aspecto clave en una posible reedición de la Guerra Fría. Próximamente publicaremos un ensayo sobre este delicado asunto.

 

Por otro lado, si bien el Estado Islámico ha amenazado con llegar a Roma, América Latina, bastión del cristianismo, aún está muy lejos del sable yijadista suni. Además, en este continente no necesitamos motivación religiosa para matarnos: el homicidio registra niveles epidémicos, según la ONU, en medio del fútbol, un juego que es el único proyecto de unidad nacional visible en la región. Esto no impide que frente a la Guardia de nuestra Escuela Militar en Bogotá, reducto conservador y cristiano del país, se erija una mezquita. Irán y colateralmente los agentes de Hezbolá se mueven libremente por esta Latinoamérica católica, homicida y narcotraficante, gracias a las gabelas diplomáticas concedidas por Venezuela a sus miembros, los vínculos bancarios de Ecuador con ese país y las veleidades del Evo.

 

Con todo, mientras Putin le muestra los dientes en el Caribe a Obama y los chinos con sus inversiones paulatinamente desplazan a los norteamericanos de la región, como lo hicieron en África, el narcotráfico se mantiene como el principal problema de seguridad. El negocio continúa "vivito y coleando" según Santos y la policía advierte sobre el Cartel de Sinaloa comprando las franquicias de Urabeños y farucos mientras ingresan fusiles de asalto a las comunas de Medellín. Las narco-Farc son la principal amenaza a la seguridad nacional, a pesar de La Habana y sus malabares: James Fearon, académico de Stanford y especializado en guerras, negociaciones y relaciones internacionales, concluye que las Farc han borrado la línea entre terrorismo, banda criminal y organización guerrillera. Esta es, entonces, la lista de amenazas internas y externas que hay y habrá que enfrentar en asuntos de seguridad: narcotráfico, Farc-bacrim, rusos, chinos y Hezbolá. Venezuela, Nicaragua y Ecuador difícilmente jugarán a favor de Colombia y Estados Unidos, como siempre, defenderán sus intereses por encima de los colombianos.