El sobrevuelo de dos aviones militares venezolanos en territorio colombiano, en la Alta Guajira, denunciado no solamente por habitantes de la zona sino oficialmente por el Ministerio de Defensa, es una provocación más del gobierno de Nicolás Maduro, con el objeto de acrecentar el conflicto entre los dos países con miras a obtener dividendos políticos internos.
Según el Ministerio, "inicialmente las dos aeronaves militares venezolanas ingresaron 2.9 kilómetros dentro del espacio aéreo colombiano, sobrevolando la zona de Majayura; perdiéndose rápidamente en dirección hacia Castilletes".
La Cancillería colombiana, con la firma de la Ministra Mariángela Holguín, ha emitido en la mañana de hoy un comunicado en el que da cuenta de las informaciones suministradas por el Ministerio de Defensa, y ha anunciado que se entregará una nota de protesta “rechazando estos hechos y requiriendo las explicaciones necesarias por esta violación territorial”.
Por su parte, la canciller venezolana Delcy Rodríguez usando, en vez de las vías diplomáticas, su cuenta de Twitter y sin procedimiento alguno de comprobación interna, ha dicho que "no existe evidencia alguna de supuesta violación de espacio aéreo del vecino país, más allá de una invención para frustrar reunión presidencial".
De acuerdo con nuestra Constitución, las relaciones internacionales de Colombia se fundamentan ante todo en la soberanía nacional y en el reconocimiento de los principios de Derecho Internacional aceptados por Colombia.
Es indudable que, si los hechos ocurrieron como lo informa el Gobierno nacional, hay una evidente violación del espacio aéreo de Colombia, es decir, hay un desconocimiento de nuestra soberanía, ante lo cual el Presidente de la República y nuestra cancillería no pueden guardar silencio, ni permitir el antecedente sin protestar por los canales diplomáticos, que están previstos precisamente para casos como este. Pero tampoco podemos caer en la trampa de Maduro, quien quiere profundizar el conflicto y generar, mediante actos de provocación, mayores motivos de enfrentamiento con la muy probable finalidad de suspender las elecciones, que prácticamente tiene perdidas.
La situación interna de Venezuela es muy grave. Tras la condena proferida contra el dirigente opositor Leopoldo López, se ha agravado aún más. Maduro busca sostenerse, y quiere distraer mediante un artificial conflicto con Colombia. Hay que obrar con mucho tino, y con prudencia, sin claudicar tampoco en la defensa de nuestra soberanía.