La presencia de los dirigentes de las Farc en el municipio de Fonseca, corregimiento de Conejo, acompañados de numerosos guerrilleros fuertemente armados, y en claro proselitismo armado, constituye uno de los más preocupantes episodios del proceso de paz que se adelanta en La Habana.
El Gobierno había autorizado la actividad pedagógica de los negociadores, entendemos que solamente con el propósito de ilustrar a los integrantes de la organización guerrillera acerca de lo que hasta ahora se ha convenido y que hará parte de los acuerdos mediante los cuales se ponga fin al conflicto existente.
Desde luego, si de eso se trataba -de una actividad pedagógica-, lo natural era que el Ejecutivo hubiera exigido a los concurrentes el desarrollo de unas jornadas puramente ilustrativas, para las cuales no se requería arma alguna, entre otras cosas por la importancia de una pedagogía de paz, que fuera dejando en evidencia la voluntad de alcanzarla, en cumplimiento de una tarea tranquila y reposada de los negociadores. Por definición, unas actividades como las enunciadas se deben adelantar sin armas porque se trata justamente de informar y de dar ejemplo a los guerrilleros rasos sobre el clima pacífico que debe reinar en el país cuando se firmen los acuerdos definitivos.
Pero se ha roto la confianza, y los directivos de esa guerrilla decidieron dar muestras de lo contrario. De su intención negativa y agresiva. A sabiendas de que el porte de armas, en especial de las muy poderosas que vimos anoche en la televisión, transmite un mensaje pugnaz, pendenciero, opuesto al proceso de diálogo con miras a la paz.
La ciudadanía se pregunta: ¿Cómo –en qué medios de transporte- llegaron los negociadores y guerrilleros a Conejo? ¿Por qué no estaba la Fuerza Pública? ¿Despeje? ¿Estaba pactado? ¿Quién dio la orden de despejar? ¿Por qué el Gobierno se deja sorprender en esa forma?
Por lo cual, los colombianos también se preguntan -y la inquietud es plenamente justificada-: si las Farc no respetan las reglas para eventos específicos como estos, ¿qué nos hace pensar que darán cumplimiento al acuerdo final que se suscriba con el Presidente de la República? Y, en ese orden de ideas, ¿qué hará el Gobierno cuando surja, como seguramente surgirá, el incumplimiento de lo que se acuerde? Ahora ha suspendido las visitas pedagógicas. En el evento mencionado, ¿qué suspendería?