En Medellín, en el Foro Económico Mundial, el Presidente de la República Juan Manuel Santos, Jefe de Estado y de Gobierno, suprema autoridad administrativa y supremo comandante de la Fuerza Pública, pronunció algunas frases que han ocasionado en el país una gran polémica y el efecto contrario al querido. Dijo el Presidente que es necesario aprobar el plebiscito, porque él -como Presidente- tiene "información amplísima acerca de que las Farc están preparadas para volver a la guerra, y a la guerra urbana, más demoledora que la guerra rural". Agregó Santos: "Es una realidad. Lo sé. Y por eso es tan importante que lleguemos a un acuerdo".
Ante la reacción nacional, el Presidente ha rectificado. Ahora afirma que no quiso decir eso, sino que históricamente ha sido así. Que cuando los procesos de paz fracasan, las organizaciones armadas vuelven a la guerra.
Aunque lo histórico puede tener fundamento, con ello no se borra el grave error presidencial, por varias razones:
-En primer lugar, no habló cualquiera. Quien lo hizo fue el Presidente de la República, constitucionalmente encargado de preservar el orden público. De modo que si tiene esas informaciones amplísimas y reales de las que habla, ya debería haber impartido las órdenes indispensables para impedir que la amenaza guerrillera tenga lugar efectivo. Más aún, no debería dejarse chantajear por la guerrilla.
-En segundo lugar, todo parece una extorsión. O se firma la paz y se aprueba el plebiscito, o las Farc se toman las ciudades.
En tercer lugar: ¿no le importa al Presidente la guerra en el campo? ¿La importante y grave es la guerra en las ciudades? ¿No es la guerra un mal terrible tanto en el campo como en la ciudad?
Por donde se le mire, esta declaración de Santos ante el mundo fue infortunada. O está amenazando para que se vote favorablemente un plebiscito que todavía no se sabe si será convocado, o el Presidente improvisa, y de manera grave, en sus declaraciones públicas, inclusive a nivel internacional. O tiene los informes, y entonces debe actuar, o es falso que tenga los informes. De todas maneras, está mal.