OPINIÓN: Talante neoliberal. Octavio Quintero Destacado

27 Ago 2024
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Hasta ahora se está viendo que las altas cortes de Colombia son pro-rico. Los distintos magistrados, con pocas excepciones, que han pasado por las cortes, siguen el lema “dura lex sed lex”, en claro contraste con lo dispuesto en la Constitución del 91 (art 1º) que agrega a la clásica fórmula del Régimen Liberal, el término SOCIAL, es decir, a partir de entonces, la Constitución tiene que ser interpretada, por quienes estén al frente del Estado, con sentido social.

Bien lo dijo la sentencia T-406/92 (hace 32 años, un año después de expedida la nueva Carta): “Lo primero que debe ser advertido es que el término social no debe ser entendido como una simple muletilla retórica que proporciona un elegante toque de filantropía a la idea tradicional del Estado de derecho”.

Pues, ha sido simple muletilla del poder dominante que ha dirigido el país, antes de Gustavo Petro, desarrollando un robusto sistema capitalista frente un raquítico sistema social. El Presidente lo grafica bien en su última alocución radiotelevisada:

“Colombia es el único país de América Latina donde el costo de la energía no está regulado por el Estado… Cuando intenté regular las tarifas, como ordena la Constitución, un magistrado decidió tumbar el decreto al día siguiente de expedido, sin apenas leerlo”.

No es tan raro que la mayoría de magistrados obre así. Lo que sí es raro, e imperdonable, es que ni siquiera lean la propia Constitución que preceptúa que en un Estado social el deber ser del poder establecido es garantizar condiciones de vida dignas a través de políticas públicas como la redistribución de la riqueza; la implementación de políticas para reducir las desigualdades económicas, como impuestos progresivos, subsidios, y programas sociales; crear sistemas de seguridad social que protejan a los ciudadanos frente a situaciones de vulnerabilidad… “Un Estado Social de Derecho busca equilibrar la libertad individual con la justicia social”, define la sentencia aludida, es decir, “tanto mercado como sea posible, tanto Estado como sea necesario”, disyuntiva también definida por el Canciller alemán, Willy Brandt, rato ha…

Y no es justicia social la fórmula tarifaria de energía que defendió el Consejo de Estado, hecha para favorecer un oligopolio de 5 empresas, en perjuicio de 55 millones de colombianos; como tampoco fue la sentencia de la CC que tumbó el impuesto sobre la regalías petroleras, como tampoco los etcéteras que siguen, porque el relato de proclividad neoliberal de las altas cortes, es largo.

Conclusión: de neoliberales y corruptos está plagado el Estado colombiano, bien aprovechados por el poder dominante en derrota: los primeros, atravesados en todos los esfuerzos del gobierno Petro por hacer los cambios en dirección a la justicia social; los segundos, robando como vándalo en saqueo…

Nadie dijo que el cambio fuera fácil, pero pocos se imaginaron que iba a ser tan difícil: nos vemos en 2026.

 

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Octavio Quintero

Periodista empírico con 57 años de ejercicio sin descanso. He prestado servicios de reportero, redactor y columnista a Caracol y RCN Radio, El Tiempo, El Espectador, La República y El Siglo. Incursioné esporádicamente en noticieros de TV. Fundador de varias revistas, como El Reportero, del Colegio Nacional de Periodistas. Miembro y directivo del CPB años atrás, cofundador dell Club de Prensa de Bogotá. Actualmente sostengo con mis propios recursos económicos y profesionales El Satélite, antes periódico físico y hoy virtual y la REDGES (Red Grupo El Satélite)

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