Punto de Referencia: VERIFICACIÓN INTERNACIONAL Y PAZ. Por José Gregorio Hernández Galindo Destacado

 

La Carta de San Francisco, firmada en esa ciudad norteamericana el 26 de junio de 1945, señaló con claridad el objeto y los propósitos de la Organización de las Naciones Unidas, que nacía a la vida jurídica tras los horrores de la segunda guerra mundial:

1.     Según el texto, sería función de Naciones Unidas -una función con no ha cumplido plenamente pero que tiene en su cabeza- "mantener la paz y la seguridad internacionales, y con tal fin: tomar medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la paz, y para suprimir actos de agresión u otros quebrantamientos de la paz; y lograr por medios pacíficos, y de conformidad con los principios de la justicia y del derecho internacional, el ajuste o arreglo de controversias o situaciones internacionales susceptibles de conducir a quebrantamientos de la paz;"

2.     Le corresponde además, según la Declaración, "fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinación de los pueblos, y tomar otros medidas adecuadas para fortalecer la paz universal".

En ese orden de ideas, las Naciones Unidas, y en especial su Consejo de Seguridad, así como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) -a la cual pertenece Colombia- están llamadas a jugar un papel trascendental en favor de la paz en nuestro territorio. El proceso que se adelanta en La Habana debe llevar en el algún momento al cese de hostilidades de carácter bilateral y definitivo, y a la entrega de las armas hoy en manos de los guerrilleros de las Farc. Esos elementos, indispensables para concluir en la terminación del conflicto armado, requieren que instituciones imparciales y serias vigilen y verifiquen el desarrollo de todos los pasos pertinentes y vean si lo acordado se cumple, y en caso de incumplimiento de alguna de las partes, así lo adviertan y se procure la correspondiente corrección para que el proceso no fracase.

¿Quién mejor que estas dos instituciones internacionales para cumplir tan delicada tarea y para transmitir a los colombianos la tranquilidad en el sentido de que el proceso de paz puede llevar a la realización efectiva de sus propósitos?

De ahí la importancia de lo convenido y anunciado ayer, entre el Gobierno y las Farc. Se pedirá al Consejo de Seguridad de la ONU que constituya una Misión Especial no armada -es decir, no los conocidos "cascos azules"- que, junto con países de la CELAC se encarguen de verificar todo lo relacionado con el cese al fuego bilateral y definitivo y con la entrega de las armas por parte de la organización guerrillera. 

El anuncio es oficial. Tanto el Presidente de la República como el vocero de las Farc lo anunciaron, y si se tiene en cuenta lo que ya ha afirmado en varias ocasiones Ban Ki-Moon, Secretario General de Naciones Unidas sobre apoyo al proceso de paz, el trámite de la solicitud colombiana será favorable. Hacemos votos por ello. 

 

Jose Gregorio Hernandez Galindo

Expresidente de la Corte Constitucional de Colombia y director de la publicación “Elementos de Juicio. Revista de Temas Constitucionales” y la emisora "lavozdelderecho.com".

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