Se supone que, según la Carta de San Francisco firmada el 26 de junio de 1945, las Naciones Unidas tienen entre sus propósitos "el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión".
Los corrientemente denominados "cascos azules" son en realidad las Fuerzas de Paz de la ONU, cuerpos militares cuya función básica consiste en actuar en zonas de conflicto para establecer, mantener y consolidar la paz, observar los procesos pacíficos y apoyar a ex combatientes. Son aportados por los ejércitos de los distintos países pertenecientes a la ONU.
Como la misma Organización lo expone, "el personal militar de las Naciones Unidas, procedente de más de 110 países, patrulla y garantiza la seguridad vital y la estabilidad en las misiones de la ONU en todo el mundo".
Supuestamente, como dice la ONU, "trabajan junto con las autoridades policiales y sus colaboradores civiles para proteger el personal y los bienes, mantener una estrecha cooperación con otras entidades militares en la zona de la misión y promover la estabilidad y la seguridad". Eso, al menos, señala su página oficial de Internet
http://www.un.org/es/peacekeeping/issues/military.shtml
Pero hoy la noticia, en un asunto muy deplorable y grave del que se venía hablando desde hace un tiempo, consiste en que las Naciones Unidas reconocen que los famosos "cascos azules", más que para ayudar a la paz, llegan a los países a violar mujeres. Así como lo oyen.
Según la ONU -informe oficial anual de Ban Ki-Moon entregado el viernes- en 2015 hubo 69 casos de abusos sexuales cometidos por sus Fuerzas de la Paz, especialmente en la República Centroafricana y en la República Democrática del Congo.
Agrega que se trata de "un considerable aumento" respecto a los contabilizados en 2014 (52 casos) y un poco más que en 2013 (66). "El aumento de los casos es muy preocupante", afirma el Secretario General y recomienda a los países, que son los que suministran los "cascos azules", adelantar procesos y cortes marciales para sancionar drásticamente a los delincuentes.
Piden que los ejércitos recojan ADN a sus soldados.
El 28 de septiembre de 2015, el Presidente Santos anunció un aporte de 5.000 cascos azules colombianos a las fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU en tres años, una medida que será aplicada de "manera gradual".
Ojalá los que hayan ido a nombre de Colombia se hayan portado bien.