La muerte de un paciente cuya familia, viéndolo en grave estado, solicitó una ambulancia que nunca llegó; el caso de un motociclista accidentado que esperó diez horas por una ambulancia; el de anoche: un hombre atropellado por un bus de Transmilenio murió, y no hubo ambulancia. Son apenas algunas situaciones, entre muchas que padecen los bogotanos cuando requieren los servicios de estos medios -que pueden salvar vidas-, lo cual de nada sirve porque no aparecen oportunamente. Y porque no hay suficientes en proporción a la población.
Una ambulancia no es simplemente un carro que puede ser sustituido por otro. Es un medio de transporte especial en que, durante el traslado, el paciente puede ser atendido. Y puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. Tampoco es un lujo, como cree la administración de Bogotá, sino una necesidad.
La administración distrital ha dicho que termina el contrato por el cual 80 ambulancias eran contratadas, porque recogían pacientes "en sus residencias privadas", lo cual entiende el Secretario de Salud que es detrimento patrimonial.
¿Y si el infarto o el ataque respiratorio se produce a las 3 de la mañana, ¿no es lo normal que el paciente se encuentre en su casa? ¿Quiere el secretario que se traslade a la calle o a dónde para que requiera ambulancia?
Aparte de ese desatinado criterio, si las ambulancias han sido adquiridas o pagadas irregularmente o mediante corrupción, hay mecanismos para juzgar y condenar a los corruptos, pero esa no es disculpa para reducir el servicio de ambulancias en la capital de la República. Bogotá debe tener una red de servicio público de ambulancias. ¿Será posible, sin corrupción?.
El enfoque tiene que ser el de servicio público. La Constitución señala que la atención de la salud es un servicio público a cargo del Estado.
El Alcalde dice que muchas veces piden ambulancias sin que la situación sea grave. Eso es excepcional. Lo normal no es que la gente llame a pedir una ambulancia por divertirse con la sirena.
En este tema, la política que dice "defiéndase cada cual como pueda" no es compatible con el Estado Social de Derecho. Está de por medio la vida humana.