De acuerdo con el artículo 20 de la Constitución, todas las personas tenemos derecho a la información, que es de doble vía, como lo dijo la Corte Constitucional : derecho a buscar y a divulgar informaciones, y derecho a recibir información veraz e imparcial.
Desde luego, ese derecho implica la prohibición total de la censura y la garantía del Estado a los particulares para fundar medios de comunicación y para ejercer la libertad de expresión y el derecho a la información. Ello implica, por contrapartida, responsabilidad social.
La información, pues, tiene que ser VERAZ e IMPARCIAL. Veraz, es decir, conforme a la verdad. Imparcial , sin que el medio que informa pueda inclinarse a favor o en contra de alguien, sin que pueda tomar partido respecto a los hechos a que se refieren las informaciones. Los hechos deben transmitirse al público en forma completa y tal como se produjeron, sin descalificarlos ni desfigurarlos.
Lo decimos porque, infortunadamente, la polarización en que se encuentra el país -y no debería ser así- ha llegado inclusive a afectar a varios medios de comunicación, que deberían ser imparciales e independientes y suministrar información veraz, completa e imparcial y no lo hacen. Algunos confunden información con opinión, e intercalan en las informaciones sus propias inclinaciones políticas, dando lugar a confusión y desinformación.
Desde luego, no se puede generalizar. No son todos los medios.Pero aquellos que han dado en asumir posiciones, en sostener unas determinadas causas, en manipular la información, están causando mucho daño a la sociedad.