Empecemos por el inicio. Elegir presidente no es participar en un certamen de popularidad, es una responsabilidad cívica absolutamente crucial que debe ser consciente y razonada; así que vamos a destilar algunos puntos juntos para que elijas con la cabeza y no con las entrañas.

1. ¿Qué es lo que estamos eligiendo?

La presidencia de Colombia es el máximo cargo ejecutivo del país y cumple funciones de mayor incidencia en cumplimiento de sus funciones como Jefe de Estado, Jefe de Gobierno y Suprema Autoridad Administrativa, además de ser designado como el símbolo humanizado de la unidad nacional y del ceñimiento a la constitución, obligándose a garantizar los derechos y libertades de todos los colombianos. ➡ Como aquí estamos educándonos para ser votantes conscientes, te invito a leer el artículo 189 de la Constitución en el que se listan las funciones del Presidente, y así, podrás entender mejor

A lo anterior se le suman unas facultades especiales o extraordinarias por su cargo, que están supeditadas a unas circunstancias particulares: los estados de excepción. (El abuso de los Estados de excepción fue un problema en Colombia en vigencia de la constitución de 1810)

2. ¿Por qué segunda vuelta si ya un candidato obtuvo mayor votación?

La Constitución nos dice que la elección de presidente debe ser por mayoría absoluta, es decir, la mitad más uno de los votos, y, cuando no se obtenga ésta, se debe hacer una segunda sesión de sufragio en la que solo participarán los 2 candidatos con mayor votación. (Artículo 190 de la Constitución)

3. ¿Por qué revisar el Programa de Gobierno?

Cuando votamos por un candidato presidencial, no estamos eligiendo a la persona por sí y sin más, estamos eligiendo el Programa de Gobierno que ha presentado. Esto quiere decir que durante los siguientes 4 años vamos a tener el desarrollo de lo propuesto – al menos tentativamente -, pues es el proyecto político, social y económico que tiene el candidato, en lo que va a designar sus recursos, sus objetivos, acciones básicas a implementar y lo que presentará ante el Congreso, y, en algunas ocasiones, a la ciudadanía y las Cortes. ➡ ¿Ya leíste los 2 Programas de los candidatos? Debes leer ambos para poder decidir conscientemente; solo así puedes saber qué es lo que quiere hacer cada candidato en su Gobierno.

4.¿Por qué no elegir por las emociones?

La elección de Presidente es MUY IMPORTANTE, va a fijar el rumbo del país por los siguientes 4 años. Va a determinar la forma en la que vivimos en el país y cómo nos relacionamos con la comunidad internacional. Esto significa que tenemos que tener cabeza fría para poder evaluar a los candidatos y a sus propuestas, porque si nos dejamos llevar solo por afinidades superficiales, podríamos estar condenándonos a impactos sociales, políticos y económicos que no deseamos.

Ahora, es claro que la afinidad debe existir con el candidato, pero no puede ser lo que mande en una decisión profunda ➡ Un ejercicio que permite ser imparcial es revisar con otra persona las propuestas, de forma tal que esa persona lea las propuestas en los temas que más te importen SIN decirte de quien es la propuesta. Después de haberlas escuchado y tener las anotaciones sobre cuáles apoyas y cuáles no, vas a preguntar de cuál candidato eran las que más te gustaron.

Para acabar, quiero invitarte a que evites la difusión de cadenas en redes sociales si no has contrastado la información con fuentes confiables. De todos depende que la desinformación y los datos falsos no definan estas elecciones.

5.¿Por qué debo evaluar la aptitud del candidato?

La persona que va a ejercer el cargo más alto de representación en Colombia debe tener las capacidades necesarias para relacionarse por medio de la comunicación asertiva, guardar decoro al cargo y tener un conocimiento sólido sobre el país que representa.

Sumado a esto, debemos revisar su historial ya que nos permite develar su actuar. En este aspecto es vital que seamos rigurosos para no caer en desinformación, ya que los candidatos actuales tienen campañas de desacreditación con información incompleta, fundamentada precisamente en el sentir de la masa, sabiendo que no es usual que las personas verifiquen si lo que se les dice es verdad o no; así que debemos ser críticos e informarnos cuando nos llega un “dato” sobre algún candidato, y eso solo se logra tomándonos en serio la tarea de contrastar y profundizar la información que se nos presenta.

Finalmente debemos ver las alianzas y red de apoyo de los candidatos para revisar si tienen el soporte necesario para cumplir con las propuestas plasmadas en su Programa de Gobierno y si podrían tener o no viabilidad en los trámites legislativos.

Quiero cerrar reiterando que las elecciones presidenciales no son un certamen de popularidad por sí mismas, son una decisión de impacto interseccional que nos afecta a todos. 

Elige de forma consciente.

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