Reciente es la noticia que la cuenta de Twitter del candidato a la presidencia de Colombia, Gustavo Petro Urrego, tiene un homónimo en esa red social. Es Gustavo Petró, según la información de su perfil, es un periodista brasileño que actualmente trabaja como editor en IGN Brasil y que se unió a la plataforma desde marzo de 2009. Su cuenta es @gustavopetro mientras que el político colombiano tuitea como @petrogustavo y se vinculó en junio de 2009.

Lo que pasa en Tumaco y, en general, en la región del Pacífico y en el sur del país es algo que muestra no solamente un recrudecimiento inusitado de la violencia -"aquí no hay paz", decía recientemente el Gobernador de Nariño- sino una grave pérdida de control por parte del Gobierno Nacional, empeñado más en la reanudación de los diálogos con el ELN que en asumir la función que le corresponde a lo largo y ancho del territorio nacional. 

Fuera de otros, que permanecen a nivel chisme, la inteligencia estatal advierte sobre atentados contra Duque y Uribe.  ¿A quién le conviene una intentona contra la Derecha Democrática colombiana?

Un balance parcial de lo que hasta hoy ha generado el proceso de paz con las FARC arroja, en el nivel institucional, un resultado negativo.