Opinion (2239)

Creo no estar equivocado alaseverar que la desconfianza es el sentimiento nacional y la incertidumbre la sensación general.
 
En medio del desbarajuste institucional y la galopante corrupción gubernamental, nuestros militares, los que están en Servicio y los de la Reserva Activa, permanecen en vilo con las armas constitucionales y legítimas de la República en la mano los unos, con el Honor del servicio debido a la Patria los otros, esperando todos que un aparato de justicia diseñado por un comunista español y que unos jueces extranjeros, desconocedores de nuestra historia y realidades, lleguen a juzgarlos, condenarlos, estigmatizarlos y encerrarlos.
 
La Fiscalía, la Procuraduría y la Corte Suprema han dado su voz de alarma. No importa ¡Revive la Inquisición!, por cuenta del negociado en La Habana.
 
Apoyados por el mamertismo latinoamericano perfilado en el Foro de Sao Paulo y orientados por el G2 cubano, los tales jueces foráneos convertirán a Colombia, contra toda evidencia, en otras Argentina, Chile, Brasil, Uruguay y escarmentarán al Mando Militar al paso que rotularán nuestro Ejército Nacional, la institución más querida por los colombianos, como una banda de delincuentes masacradores. El libelo Memoria Histórica ya empezó esa tarea.
 
Y los dirigentes políticos, ahora como en el pasado, se esconderán o se harán los yonofuí descargando en los generales y coroneles toda la responsabilidad mientras, caripelados, se dedicarán a hablar de Bellas Artes. Esto sucede en medio de una campaña política de quienes aspiran a gobernar al país a partir del 2018. A esos candidatos, los militares Activos deben solicitarles respetuosamente y los de la Reserva Activa exigirles con vehemencia, entre otros aspectos:
 
La recuperación del fuero militar constitucional, la dignificación de la profesión militar y enaltecimiento de las Reservas, el castigo con severidad a los asesinos de soldados y policías y el mejoramiento de los servicios de salud de los retirados.
 
Cualquier postulante a dirigir los destinos de la patria que se compromete a fumigar los cultivos de hoja de coca y a extraditar los cabecillas del narcotráfico, contará con los votos de millones de reservistas y sus familiares.
 
Pretendiente que no se comprometa con esos mínimos en Seguridad Pública y Defensa Nacional, será mirado como otro advenedizo que únicamente busca el reconocimiento personal, a lo mejor otro premio Nobel, por encima de los intereses de la Patria y solo merecerá el desinterés y olvido de los soldados y policía de la Reserva, en medio del alborozo diabólico del colectivismo internacional que se aproxima al poder en Colombia disfrazado de verde, de justicia social y de promesas de felicidad.
 
Venezuela es un ejemplo inmediato y próximo de la miseria y cadenas que nos esperan si los ahora autonombrados socialistas del siglo 21 llegan al poder.

 

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Los sinónimos no existen. La anterior afirmación, en principio, podría resultar chocante, no obstante, si se tiene en cuenta la riqueza del castellano y la inexistencia, en el caso de los verbos, de sinónimos absolutos, sería apropiado concluir que cada palabra, expresión o verbo del castellano encuentra un significado único que la diferencia de las demás, sin importar cuán sutil puede ser la divergencia.

El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE) define sinónimo como: “Dicho de una palabra o de una expresión: Que, respecto de otra, tiene el mismo significado o muy parecido, como empezar y comenzar”.[1] Por lo tanto, la primera hipótesis para que una palabra se considere sinónimo es que tengan exactamente el mismo significado (sinónimo absoluto), y la segunda, es que la expresión tenga un significado muy parecido. En este último caso, también se considerará sinónimo.

En lo que a verbos se refiere, la existencia en nuestro lenguaje de verbos que significan casi lo mismo, es evidente e irrefutable, pero no se puede afirmar lo mismo de verbos tengan exactamente el mismo significado. En efecto, si se revisa con detenimiento el significado de los verbos usar y utilizar, comenzar y empezar, tirar y lanzar, colocar y poner, escuchar y oír, conversar y hablar, ver y mirar y, tener y poseer, entre otros, es factible establecer que entre estos existen diferencias agudas y otras veces sutiles, que hacen que de estos no se pueda decir que son sinónimos absolutos, de acuerdo con la primera definición establecida para los sinónimos de la RAE.

Para el ejemplo, como lo expresó el escritor Javier Marías Franco, “Escuchar implica siempre duración y deliberación. Es decir, que lo escuchado no sea efímero y que por parte del oyente haya voluntad de atender, de prestar cierta atención, aunque sea distraída. Oír no implica por fuerza ninguna de esas dos cosas, más bien presupone involuntariedad[2]. Otra muestra de ello, es mirar “Dirigir la vista a un objeto”[3] que se diferencia de ver “Percibir con la inteligencia algo, comprenderlo”[4] fundamentalmente en la atención que se preste para cada acción específica. De igual forma, lo mismo se manifiesta en los demás verbos de nuestra lengua.

En consecuencia, la primera parte de la definición de sinónimo que trae la RAE, en la práctica y para verbos no aplica y, por lo tanto, cuando hablamos de sinónimos, hablamos de palabras o expresiones que significan casi lo mismo, no lo mismo. Por lo anterior, la invitación es a usar cada verbo de manera precisa porque cada uno de ellos tiene una definición exacta que los hace diferentes entre ellos y no resulta adecuado hacer uso de ellos indistintamente pensando que como son sinónimos no tiene importancia gramatical cuál se utilice. La importancia de lo anterior, radica en buscar una «lealtad de lenguaje», es decir, acertar con las palabras precisas para que al momento de expresarse no se caiga nunca por debajo de la concepción propia, sino que se logre siempre, ser leal al pensamiento.

 


[1]Consultado en la página de la Real Academia de la Lengua Española el 2 de marzo de 2017. http://dle.rae.es/?id=XzADiyT

[3]Consultado en la página de la Real Academia de la Lengua Española el 2 de marzo de 2017. http://dle.rae.es/?id=PMSRG3d

[4] Consultado en la página de la Real Academia de la Lengua Española el 2 de marzo de 2017. http://dle.rae.es/?id=baOo6Gz|baR8qnC

 

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Foto extraída de nota de prensa titulada "Presuntos asesinos de Berta Cáceres pertenecían a inteligencia militar de Honduras: The Guardian

 

 

A un año del asesinato de Berta Cáceres en Honduras: una impunidad campante



A un año de conmemorarse la muerte de la lider indígena hondureña Berta Cáceres, las ONG hondureñas e internacionales reclaman que se haga justicia y que se ponga fín a la impunidad rampante que rodea este asesinato (véase nota de prensa de El Heraldo). 

Al momento, los órganos de la justicia hondureña han enfocado sus labores en identificar a los autores materiales del asesinato, sin interesarse mayormente por los comanditarios de esta violenta acción en contra de esta renombrada líder ecologista. Medios de prensa, en mayo del 2016, señalaban como co-responsables a la cúpula empresarial y militar hondureña (véase artículo del Semanario Universidad). Por su parte la ONG GlobalWitness ha publicado un revelador informe sobre la alarmante situación de los defensores de derechos humanos en Honduras. 

 


La profunda desconfianza en las autoridades hondureñas para esclarecer la muerte de Berta Cáceres

 



A raiz de la actitud de las autoridades hondureñas, en mayo del 2016 el banco holandés FMO optó por suspender sus aportes en capital al proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, así como el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) (véase nota de prensa de La Prensa). En setiembre del 2016, se informó del robo del expediente sobre este asesinato (véase nota de prensa de La Prensa). 

Notemos que en una entrevista a las dos hijas de Berta Cáceres editada en junio del 2016 en Costa Rica (véase nota de La Nación), se puede leer que: "La presencia policial constante ha garantizado el desarrollo de estos proyectos, del Ejército de Honduras, de las fuerzas especializadas del Ejército de Honduras, creadas especialmente para las regiones en conflicto, que son las regiones donde quieren instalar proyectos hidroeléctricos, mineros y monocultivos". Con relación a la actitud de las autoridades, se señala por parte de las hijas de Berta Cáceres que: "nosotros creemos que si no es por una comisión independiente, que sea imparcial, el caso va a quedar en la impunidad. El Presidente ha dicho expresiones como que tiene todo el compromiso de llegar a la Justicia, pero nosotras decimos que entonces por qué no acepta el ofrecimiento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) desde hace más de dos meses para que crear un grupo independiente que acompañe el proceso y certifique que las cosas se están haciendo cómo se deben. Todo esto nos sigue generando la inquietud de qué es lo que temen, qué es lo que se esconde, por qué no hay una comisión independiente". 

 

 


El precedente sentado por el caso Kawas Fernández

 


La obligación de investigar debidamente y de sancionar a todos los responsables de este y muchos otros casos contra líderes indígenas, ecologistas y defensores de los derechos humanos hondureños deriva de obligaciones internacionales en materia de derechos humanos. En el año 1995, la muerte de la lider ecologista Blanca Jeannette Kawas Fernández dió lugar a una demanda contra Honduras ,que culminó en abril del 2009 con una histórica sentencia (véase texto completo) de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. En el párrafo 190 se lee que: 

"190. El Tribunal reitera que el Estado está obligado a combatir esta situación de impunidad por todos los medios legales disponibles, ya que ésta propicia la repetición crónica de las violaciones de derechos humanos y la total indefensión de las víctimas, quienes tienen derecho a conocer la verdad de los hechos. El reconocimiento y el ejercicio del derecho a la verdad en una situación concreta constituyen un medio de reparación. Por tanto, en el presente caso, el derecho a conocer la verdad da lugar a una justa expectativa de las víctimas, que el Estado debe satisfacer225. La obligación de garantía del artículo 1.1 de la Convención Americana implica el deber de los Estados Partes en la Convención de organizar todo el aparato gubernamental y, en general, todas las estructuras a través de las cuales se manifiesta el ejercicio del poder público, de manera tal que sean capaces de asegurar jurídicamente el libre y pleno ejercicio de los derechos humanos". 

En la parte resolutiva de la sentencia (p. 67), se puede leer que: "11. El Estado debe realizar, en un plazo de un año, un acto público de reconocimiento de responsabilidad internacional, en los términos del párrafo 202 de la presente Sentencia. 12. El Estado debe levantar, en un plazo de dos años, un monumento en memoria de Blanca Jeannette Kawas Fernández así como realizar la rotulación del parque nacional que lleva su nombre, en los términos del párrafo 206 de la presente Sentencia. 13. El Estado debe brindar gratuitamente, de forma inmediata y por el tiempo que sea necesario, el tratamiento psicológico y/o psiquiátrico a los señores Blanca Fernández, Selsa Damaris Watt Kawas, Jaime Alejandro Watt Kawas, Jacobo Roberto Kawas Fernández, Jorge Jesús Kawas Fernández y Carmen Marilena Kawas Fernández, si así lo solicitan, en los términos del párrafo 209 de la presente Sentencia. 14. El Estado debe ejecutar, en un plazo de dos años, una campaña nacional de concientización y sensibilización sobre la importancia de la labor que realizan los defensores del medio ambiente en Honduras y de sus aportes en la defensa de los derechos humanos, en los términos del párrafo 214 de la presente Sentencia.

La implementación de esta histórica decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos se ha visto afectada por el repentino cambio de autoridades acaecido unos meses después de leída en San José, con ocasión del golpe de Estado que se dió en Honduras el 28 de junio del 2009, así como por el consiguiente aumento de la represión contra entidades hondureñas de la sociedad civil, en particular las abocadas a la defensa de los derechos humanos, de los pueblos indígenas y del ambiente. Como veremos a continuación, sectores en otras partes del hemisferio optaron también por atentar contra la vida de líderes que defienden a sus comunidades en materia ambiental frente a los impactos de megaproyectos, ante parcos aparatos estatales en los que la colusión de intereses político-empresariales podría explicar la ineficiencia de sus órganos de investigación para sancionar a los responsables de estos hechos. Esta misma colusión de intereses es la que inclina, en algunos casos, a los familiares de las víctimas a solicitar que sea un ente internacional, externo al Estado, el que investigue estos asesinatos. 

 



Un panorama sombrío para los activistas en materia ambiental



En un artículo publicado por el New York Times en setiembre del 2016, se lee que la eliminación física de defensores del ambiente en América Latina está llegando a límites insospechados: "Una cifra que la organización enmarca en otra cifra mayor, que sirve para dimensionar el problema: en 2015, según datos de la organización ambientalista Global Witness, hubo 185 asesinatos de líderes ambientales registrados a nivel global; 122 ocurrieron en América Latina". El mapa editado por la ONG GlobalWitness arroja las siguientes cifras para el único período 2010-2015: Brasil con 207 muertes, Honduras con 109, seguido por Colombia con 105, Perú (50), México (33), Nicaragua (15), Paraguay (13) y Argentina con 6 activistas asesinados.

A modo de ejemplo de una actividad que genera una violencia en su entorno que incluye en muchos casos la muerte de quiénes se oponen a ella, se lee en este informe sobre las empresas mineras canadienses que operan en América Latina (informe que fue sometido a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en el 2015) que: " Violent deaths and serious injuries to mineworkers and opponents of projects The report notes at least 23 violent deaths and 25 cases of serious injury at ten of the projects examined, although the total number of individuals murdered and injured may be much higher. Nearly all of the reported acts have gone unpunished, without any determination to date of the perpetrators’ motives. Nor have reparations been made to victims or their relatives. The ten cases pertain to mining projects in Mexico, Colombia, El Salvador, Honduras, and Guatemala." (p. 16). 

En momentos en que tanto en Honduras como en el resto del continente americano, los líderes ecologistas son encontrados sin vida o sufren otro tipo de amenazas e intimidaciones, y en los que se asiste, como por ejemplo en Costa Rica, a una verdadera regresión por parte del mismo juez constitucional en materia de participación ciudadana en temas ambientales (véase nota del Semanario Universidad), la conmemoración de la muerte de Berta Cáceres ha adquirido dimensiones que interpelan al movimiento ecologista como tal. 



El caso de Costa Rica



Cabe señalar que Costa Rica no es del todo inmune a esta peligrosa deriva. Al recordarse en el 2016 los tres años de la muerte de Jairo Mora Sandoval, un jóven biólogo apasionado por las tortugas marinas, cuyo cuerpo apareció sin vida en la playa de Moín, son varias las interrogantes que persisten en Costa Rica (véase nota de este mismo sitio). Este caso se suma a varios más en Costa Rica (véase nota de CRHoy del 2015 y el artículo de opinión publicado en el 2013 titulado "Los ambientalistas exigimos respeto, René Castro" ). 

El caso de los cuatro integrantes de AECO (Asociación Ecologista Costarricense), de los cuales tres fueron encontrados calcinados en diciembre de 1994 en una casa de habitación y uno fue hallado sin vida en julio de 1995 en un parque de la capital costarricense, constituye otro doloroso ejemplo de investigaciones que se archivan ante la extraña inoperancia de los órganos estatales (véase artículo editado en el 2014 para conmemorar los 20 años de estas cuatro muertes, titulado "20 años es mucho: autoridades tienen que rendir cuentas por muerte de ecologistas en 1994").

 


Conclusión



En estos primeros días de mes de marzo del 2017, diversas ONG han convocado a marchas y protestas frente a las legaciones diplomáticas de Honduras en las capitales de Centroamérica, así como en Canadá y en varias capitales europeas: lo han hecho en señal de solidaridad con los familiares y con los compañeros de lucha de Berta Cáceres. Muchos asistirán también en señal de protesta y de profunda indignación ante la impunidad que prevalece cada vez que un lider comunitario o un ecologista es asesinado en América Latina.

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